Aunque probablemente llegan tarde, pues el coronavirus crece más rápido que la producción de máquinas, las empresas especializadas están compartiendo sus diseños y las no especializadas se han puesto manos a la obra. Además, el Gobierno ha invocado una ley que les obliga a aumentar la producción
Los principales fabricantes están acordando asociaciones inusuales y compartiendo diseños para aumentar rápidamente la producción de respiradores para los pacientes críticos de coronavirus (COVID-19). Disponer de estos instrumentos médicos puede representar la diferencia entre la vida y la muerte para los enfermos que luchan contra los graves problemas respiratorios, ya que les ayudan a seguir respirando y recuperarse después de que sus pulmones se hayan llenado parcialmente de líquido. Pero el número de casos graves de COVID-19 ya ha superado la cantidad de respiradores disponibles en varios países que luchan contra los grandes brotes.
Una de las compañías de respiradores más grandes del mundo, Medtronic, informó el 18 de marzo de que ya había aumentado su producción en más del 40 % y que estaba "llegando" a más del doble de la capacidad de fabricación. El director ejecutivo de la compañía, Omar Ishrak, explicó a la CNBC que Tesla produciría uno de sus modelos de respiradores de alta gama en la planta de paneles solares de la compañía de vehículos eléctricos de Nueva York (EE. UU.). Medtronic tiene su sede oficial en Irlanda, pero gran parte de sus operaciones y ventas se encuentran en Estados Unidos.
Luego, el lunes de la semana pasada, Medtronic anunció planes para compartir abiertamente sus diseños para un modelo de ventilador, algo que sería difícil de imaginar fuera de una emergencia de salud pública. La compañía afirma que espera que la publicación de las especificaciones de su ventilador portátil, que se vende en 35 países, permita a los expertos, start-ups y otros fabricantes con capacidades necesarias a aumentar rápidamente la producción de estas máquinas.
Para ser claros, se trata de un modelo compacto de hace 10 años que no pertenece a sus las líneas de "alto rendimiento". Y los conocedores de la industria destacan que no se sabe lo rápido que otros grupos podrían producir máquinas basadas en los diseños, dados los serios desafíos existentes en el abastecimiento de componentes, la fabricación y la gestión de los asuntos regulatorios. Sin embargo, aunque se produzcan relativamente pocos respiradores, esta decisión podría ayudar a algunos pacientes.
La compañía no ha respondido a las preguntas de MIT Technology Review.
La semana pasada, Ford también aseguró que podría producir 50.000 respiradores en los próximos 100 días, y 30.000 al mes a partir de entonces, a través de una colaboración con GE Healthcare, otro gran fabricante de respiradores. La compañía está consiguiendo la licencia para el diseño de un ventilador producido por una tercera empresa más pequeña, Airon.
Del mismo modo, GM también afirmó que iba a colaborar con Ventec Life Systems para aumentar la fabricación de respiradores como parte de una "respuesta coordinada del sector privado" llamada StopTheSpread.org. Las compañías asociadas destacaron que entregarían los primeros dispositivos el mes que viene y que deberían poder aumentar la producción en hasta 10.000 unidades al mes.
Mientras tanto, varios grupos académicos, incluidos investigadores del MIT y de la Universidad de Minnesota (ambas en EE. UU.), también han afirmado que esperan publicar diseños de código abierto para fabricar respiradores de bajo coste. Varios ingenieros y aficionados también han estado produciendo y compartiendo sus diseños para dispositivos más rudimentarios.
Recientemente, la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE. UU. actualizó sus políticas de seguridad para respiradores y otros dispositivos respiratorios, para permitir modificaciones limitadas sin solicitudes de registro adicionales durante la emergencia pública y brindar asesoramiento a las empresas que normalmente no producen dispositivos médicos para que puedan intervenir en este momento crítico.
Después de mucho debate sobre este tema, a finales de marzo el presidente Trump invocó la Ley de Producción de Defensa de EE. UU. para obligar a las empresas estadounidenses a producir más respiradores, asegurando que el Gobierno federal compraría miles de ellos. Pero la decisión de Trump, al igual que los esfuerzos de la industria y de la academia, probablemente lleguen demasiado tarde. Por lo que estamos viendo, parece imposible que la producción de respiradores crezca tan rápido como la pandemia.