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Espacio

Constelaciones de satélites: un nuevo mercado sobre nuestra cabeza

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El precio de construir y lanzar satélites es cada vez menor, lo que reduce la barrera de entrada al sector espacial para nuevos actores y está dando lugar a una nueva industria que cambiará nuestra relación con el espacio. En los próximos años, las megaconstelaciones de satélites se harán realidad

  • por Ramin Skibba | traducido por Ana Milutinovic
  • 03 Marzo, 2020

Sesenta y tres años después de que el Sputnik 1 entrara en órbita por primera vez, un par de miles de satélites rodean el planeta para ayudarnos a comunicarnos, navegar y pronosticar el tiempo. Sin embargo, pronto se verán eclipsados por megaconstelaciones con grandes redes de cientos o incluso miles de satélites trabajando en conjunto.

El proyecto Starlink, de SpaceX de Elon Musk, ofrece la visión más clara de lo que está por venir. La compañía ya ha desplegado más de 100 satélites para crear este sistema, y planea formar una constelación de casi 12.000 de ellos para mediados de la década de 2020 para proporcionar acceso a internet de banda ancha a nivel mundial. Muchas otras agencias espaciales y compañías comerciales también han empezado a crear sus propias redes.

ALGUNOS DATOS SOBRE LAS MEGACONSTELACIONES DE SATÉLITES
  • ADAPTABILIDAD Si un satélite falla, sus compañeros pueden cubrirlo. Las sustituciones garantizan que el sistema siga funcionando si se rompe una unidad. Los satélites moribundos se llevan a la órbita baja y se queman en su viaje de vuelta.
  • LANZAMIENTO Un solo cohete puede transportar hasta 60 satélites a la vez. Los lanzamientos por lotes significan que no se perderá toda una operación si falla un cohete. Otros satélites pueden unirse más tarde a la formación.
  • EQUIPO Se suelen usar los cubesats; son como una caja de zapatos y solo pesan entre cuatro kilogramos y cinco kilogramos. Los SkySats de Planet Labs son del tamaño de una mini nevera y pesan 100 kilos cada uno. Toda la flota de la compañía pesa la mitad que un satélite ordinario de imágenes de alta resolución.

"Es un entorno bastante dinámico en estos momentos, con mucha gente que empieza a mirar el espacio como un medio para responder a ciertos modelos de negocio", asegura el director del programa de Tecnología de Pequeñas Naves Espaciales de la NASA, Roger Hunter, y añade: "Yo lo llamo la democratización del espacio".

Las constelaciones ofrecen nuevos niveles de versatilidad. Los satélites más pequeños y baratos, algunos del tamaño de un maletín, se pueden organizar en diferentes configuraciones en función de su objetivo. Si se alinean en forma de cadena que sigue una órbita única, por ejemplo, una constelación puede fotografiar repetidamente o vigilar el mismo lugar. Starlink, por otra parte, se está organizado como una formación entrecruzada para ofrecer su servicio de internet a todo el planeta.

El vicepresidente de Lanzamientos y Sistemas Terrestres Globales en Planet Labs, Mike Safyan, que opera la segunda constelación más grande en la actualidad, afirma: "Creo que, como industria, estamos intentando descubrir cómo aumentar el nivel de los excelentes servicios basados en el espacio que ayudan a las personas en la Tierra todos los días, y hacerlo de manera responsable y sostenible en el entorno orbital".

Mientras tanto, podemos esperar sistemas satelitales cada vez más grandes, con cientos, si no miles, de unidades en órbita. Y con el tiempo, donde sea que vayan los seres humanos, ya sea a la Luna, a Marte o incluso a otras estrellas, también se llevarán sus constelaciones consigo.

*Ramin Skibba es un astrofísico reconvertido en periodista científico.

 

Este reportaje analiza una de nuestras 10 Tecnologías Emergentes de 2020: Megaconstelaciones de satélites

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