Desde octubre, el astro ha perdido un 20 % de luminosidad , se ha expandido notablemente y se ha enfriado unos 100 ° C. Todas estas señales sugieren que podría estar en una de sus últimas fases de vida antes de convertirse en una supernova gigante, y la comunidad astronómica está entusiasmada con el fenómeno
Aunque Betelgeuse es una de las estrellas más brillantes del cielo nocturno, su nivel de brillo actual es el más bajo registrado en casi un siglo, oscureciéndose en un factor de dos desde pasado octubre. Esta atenuación tan intensa representa un conocido patrón para las estrellas que entran en su última fase de vida antes de explotar en una supernova, lo que ha hecho muchos científicos empiecen a creer que Betelgeuse también está a punto de convertirse en una supernova.
Betelgeuse, una supergigante roja que tiene entre ocho y nueve millones de años, acaba de perder su título como la novena estrella más brillante en el cielo nocturno y ha descendido hasta el puesto número 23. Las estrellas se iluminan y se oscurecen a menudo, pero cuando su luz se atenúa de forma repentina y el brillo no regresa, suele ser señal de que la estrella se está enfriando y expandiendo justo antes de explotar. A solo 650 años luz de distancia, se ha convertido en el candidato más próximo para una supernova.
Aunque esta estrella probablemente tiene otros 100.000 años de vida por delante, su oscurecimiento ofrece una nueva oportunidad para que los científicos estudien el ciclo de vida de las estrellas en sus últimas fases. Hasta ahora, los científicos solo han podido estudiar un par de estrellas antes de convertirse en supernovas, pero ninguna estaba tan cerca. Saber más sobre el aspecto de Betelgeuse y su comportamiento antes de convertirse en una supernova nos ayudaría a describir mejor las supergigantes rojas en toda la galaxia, y tal vez a predecir cuándo podrían explotar.
"Estas nuevas observaciones han provocado una intensificación del estudio de Betelgeuse", afirma la astrónoma de la Universidad de Washington (EE. UU.) especializada en estrellas supergigantes rojas Emily Levesque. La proximidad de Betelgeuse la hace perfecta para ser observada con instrumentos más pequeños, pero las nuevas observaciones muestran que algunos grupos utilizan telescopios más potentes para el seguimiento.
El Observatorio Europeo Austral acaba de utilizar su emblemático Very Large Telescope (VLT, Telescopio Muy Grande) en el norte de Chile para medir el diámetro de la estrella y observar más de cerca su superficie. Dentro de un par de semanas, el telescopio espacial Hubble también examinará más de cerca a Betelgeuse. Y otros instrumentos, grandes y pequeños, profesionales y de aficionados, seguirán haciendo estimaciones sobre la luminosidad de la estrella (la cantidad de luz emitida desde la superficie), la temperatura de la superficie y su tamaño.
Puede ser que la atenuación esté provocada por otra cosa (por ejemplo, la estrella podría estar expulsando polvo estelar que oscurece la luminosidad, y por eso parece que emite menos luz). Pero solo lo sabremos con seguridad cuando obtengamos más datos.
El astrónomo de la Universidad de Villanova (EE. UU.) Edward Guinan, quien dirigió el primer estudio sobre la atenuación publicado el mes pasado, afirma que ya sabemos con seguridad que la luminosidad de Betelgeuse ha disminuido aproximadamente un 20 %. Además, desde octubre, la estrella se ha expandido notablemente y se ha enfriado aproximadamente unos 100 ° C.
"Los resultados se sabrán dentro de poco", asegura. Él y su colega, el astrónomo aficionado Rick Wasatonic, llevan 25 años estudiando Betelgeuse y estaban a punto de finalizar sus observaciones este año cuando empezó el proceso de atenuación. El experto concluye: "Creo que vamos a seguir estudiándola durante más tiempo".