Francesco Petrini (Suiza), 33
SensArs Neuroprosthetics
Su prótesis emite estímulos para que los pacientes con piernas amputadas puedan sentir su entorno
Confusión para localizar socavones en las calles, dificultades para sentir los obstáculos que pisan y problemas para reajustar el ritmo de su marcha en función del terreno son algunos de los desafíos a los que se enfrentan diariamente los pacientes con amputación de pierna. Las prótesis actuales no transmiten información sensorial sobre el entorno y, como consecuencia, sus usuarios sobrecargan su pierna buena y tienen altas probabilidades de caerse. Personas de todo el mundo viven esta situación. De hecho, solo en Estados Unidos y Europa, hay alrededor de cuatro millones de amputados de miembro inferior.
Aunque las ortopedias ya ofrecen una gran movilidad, no son capaces de reproducir la sensación de tener una pierna real. Para abordar esta problemática, el fundador de la empresa SensArs Neuroprosthetics, Francesco Petrini, ha desarrollado SENSY. Esta prótesis permite a los usuarios percibir sensaciones táctiles, lo que les aporta mayor confianza y les ayuda a evitar caídas. Gracias a esta propuesta, el joven biotecnólogo se ha convertido en uno de los Innovadores menores de 35 Europa 2019 por MIT Technology Review en español.
A través de unos sensores situados en la zona de la plantilla y la rodilla de la prótesis, SENSY recoge datos sobre el entorno y los traduce en impulsos eléctricos. El paciente recibe la estimulación a través de unos electrodos implantados en el nervio tibial de su zona amputada, a la altura del muslo. "Así, el cerebro procesa la información y el usuario percibe lo que ocurre en su prótesis", matiza Petrini, quien añade que estas comunicaciones se realizan de manera inalámbrica y en tiempo casi real.
El primer prototipo de SENSY se probó en 2013 y se dirigía a personas con la mano amputada. Estaba compuesto por electrodos que suministraban estímulos eléctricos proporcionales a las lecturas realizadas por los sensores dactilares. Esto permitía a los usuarios controlar la fuerza que ejercían con la prótesis y reconocer diferentes objetos según su forma. Tres pacientes diferentes probaron este dispositivo durante seis meses y se fue optimizando para garantizar su seguridad y efectividad en diferentes situaciones cotidianas. Finalmente, SENSY se adaptó para personas con amputación de pierna, ya que representan al 80 % de los pacientes amputados.
Al restaurar la capacidad de sentir, SENSY consigue reducir las caídas, aumentar la movilidad de los usuarios y "minimizar la sensación del dolor fantasma, que consiste en la sensación de dolor sobre un miembro que ha sido amputado", añade Petrini. Estas características diferencian su producto de otros similares que ya existen en el mercado. Según explica el innovador, algunas compañías ya están implantado electrodos en el nervio tibial, pero lo están haciendo alrededor del nervio. Esto provoca que el usuario reciba sensaciones poco naturales y no termine de aceptar dichas prótesis. Para evitar esas sensaciones extrañas, Petrini propone instalar esos electrodos dentro del nervio. Ahora, su reto consiste en acceder a financiación para desarrollar un nuevo prototipo de SENSY, probarlo en ensayos clínicos y obtener las certificaciones necesarias para que se pueda comercializar y así mejorar la calidad de vida de las personas con amputaciones. De momento, este innovador ya ha identificado dos hospitales para realizar los ensayos: Gemelli University en Roma (Italia) y Charité en Berlín (Alemania).
El director de estudios e investigador sénior del Ecole Pratique des Hautes Etudes y miembro del jurado de Innovadores menores de 35 Europa 2019, François Jouen, reconoce el desarrollo de SENSY y comenta que Petrini "propone un enfoque muy innovador para el restablecimiento del procesamiento de la información sensorial para personas con alguna amputación".
- Por Alba Casilda