El gigante de los datos aseguró que su ordenador cuántico de 53 cúbits logró resolver una tarea que a un ordenador convencional le costaría 10.000 años. Pero su rival avisa de que, con una serie de mejoras, un superordenador podría hacerlo en dos días y medio
Hace un mes, saltó la noticia de que, según los informes, Google había logrado la "supremacía cuántica". El gigante consiguió que un ordenador cuántico ejecutara un cálculo que a un ordenador convencional le costaría muchísimo tiempo abordar. El cálculo en sí , que es una técnica muy específica para generar números aleatorios, resulta tan poco útil como el primer vuelo de 12 segundos de los hermanos Wright. Sin embargo, representa un hito igual de importante, pues marca el inicio de una era de computación completamente nueva.
Pero en una reciente publicación de blog, IBM cuestiona la afirmación de Google. El gigante afirma que el superordenador convencional más potente del mundo tardaría 10.000 años en completar la tarea. Sin embargo, IBM afirma se podría hacer en solo unos días.
Tal y como el físico de CalTech (EE. UU.) John Preskill, quien acuñó el término "supremacía cuántica", escribió en un artículo para la revista Quanta, Google eligió una tarea muy específica que a un ordenador cuántico se le daría muy bien mientras que a uno convencional le costaría muchísimo. En su artículo afirma: "Esta computación cuántica tiene muy poca estructura, lo que hace que un ordenador convencional le cueste mucho llevarla a cabo, pero también significa que el resultado no es muy informativo".
El trabajo de investigación de Google todavía no se ha publicado, pero el mes pasado se filtró un borrador online. En él, los investigadores afirman haber logrado que una máquina de 53 bits cuánticos, o cúbits, hiciera un cálculo en 200 segundos. También estiman que el superordenador más potente del mundo, la máquina Summit del Laboratorio Nacional de Oak Ridge (EE. UU.), necesitaría 10.000 años para repetir ese cálculo con la misma "fidelidad" o el mismo nivel de incertidumbre que el sistema cuántico inherentemente incierto.
El problema reside en que tales simulaciones no son solo implican transferir el código de un ordenador cuántico a uno convencional. Se van complicando de forma exponencial cuanto más cúbits intentamos simular. Por esa razón, hay muchas técnicas diferentes para optimizar el código para lograr un equivalente suficientemente bueno.
Y ahí es donde los puntos de vista de Google e IBM chocan. Los investigadores de IBM proponen un método con el que aseguran que un superordenador podría lograrlo en solo dos días y medio "con mucha más fidelidad" y que, "con algunas mejoras adicionales", este tiempo podría reducirse aún más.
¿La diferencia? Las unidades de disco duro. Simular un ordenador cuántico en uno convencional requiere almacenar grandes cantidades de datos en la memoria durante el proceso para representar las condiciones de un ordenador cuántico en cualquier momento dado. Cuanta menos memoria haya, más se tendrá que dividir la tarea en etapas y más tiempo hará falta. El método de Google, según IBM, se basó en gran medida en almacenar esos datos en la memoria RAM, mientras que IBM "usa tanto la RAM como el espacio en el disco duro". También propone el uso de una serie de otras técnicas convencionales de optimización, tanto en hardware como en software, para acelerar el cálculo.
Para ser justos, hay que decir que IBM no ha probado su técnica en la práctica, por lo que es difícil saber si funcionaría de acuerdo a su hipótesis. (Google no quiso hacer comentarios).
Entonces, ¿qué está en juego? En función de cómo se vea, podría ser algo muy grande o no tanto. Como señala Preskill, el problema que Google supuestamente resolvió no tiene ninguna importancia práctica, e incluso a medida que los ordenadores cuánticos se hacen más grandes, pasará mucho tiempo antes de que puedan resolver problemas que no sean muy concretos. Los primeros modelos capaces de descifrar la criptografía actual probablemente tardarán como mínimo décadas en desarrollarse.
Pero, aunque IBM tenga razón, el umbral de la supremacía cuántica seguramente no está muy lejos. El hecho de que las simulaciones se vuelvan exponencialmente más difíciles a medida que se agregan más cúbits significa que una máquina cuántica un poco más grande podría llegar a ser realmente invencible en algo.
Aun así, como señala Preskill, incluso la supremacía cuántica limitada es "un paso fundamental en la búsqueda de los ordenadores cuánticos prácticos". Quien finalmente los consiga, como los hermanos Wright, podrá reclamar su lugar en la historia.