Un equipo de investigadores ha descubierto que analizar información anónima de los teléfonos es útil para estimar la densidad de población o el consumo de electricidad en Senegal. Ahora, defienden que esos datos pueden servir para mejorar la planificación de infraestructuras en los países en vías de desarrollo
Recopilar los datos socioeconómicos es generalmente caro y difícil. Los más importantes normalmente provienen de censos y revelan el tamaño de la población, su distribución geográfica, su estructura de edad y sexo y muchos otros detalles.
Pero un censo requiere una gran y costosa planificación, un análisis cuidadoso y una sociedad relativamente estable. Estos estudios son así muy difíciles de realizar en los países en vías de desarrollo, donde los países suelen estar afectados por la pobreza, la guerra, las enfermedades y la hambruna.
Por ese motivo, a los economistas, sociólogos y expertos en política les encantaría tener una forma más barata y rápida de recopilar los datos. Y en los últimos años, ese método ha surgido gracias a los teléfonos móviles.
Los teléfonos móviles se han propagado ampliamente en el mundo en desarrollo, de forma más rápida que otros servicios como la electricidad. En Senegal, por ejemplo, solo el 24 % de los hogares están electrificados y, sin embargo, el 75 % tienen teléfonos móviles. Probablemente, las personas los cargan en los motores de los coches, en casas de los vecinos o dondequiera que pueden.
Los datos de teléfonos móviles son un verdadero tesoro de detalles sobre la sociedad y la condición humana. Los investigadores los han utilizado para comprender mejor los modelos de la movilidad, para estudiar las estrategias de la reproducción humana y para medir las tasas de alfabetismo. Y los economistas lo han usado para mapear la riqueza de los países en desarrollo.
Eso plantea la posibilidad de que los datos de teléfonos móviles podrían complementar y, en algunos casos, sustituir a los resultados del censo. Pero, ¿hasta qué punto pueden ser útiles estos datos?
El investigador en el Future Cities Laboratory en Singapur Hadrien Salat y sus colegas han analizado los datos de teléfonos móviles de Senegal y afirman que podrían ayudar a la planificación de la infraestructura en todo el país.
También se podrían usar para calcular el consumo de electricidad, incluso cuando incluye solo una fracción del total de los habitantes. "Nuestro objetivo es utilizar los datos resultantes para reducir los costes logísticos de recopilar información para la planificación de la infraestructura en los países en desarrollo", explican.
El método del equipo fue sencillo. Comenzaron con datos del último censo de población en Senegal de 2013. Así midieron la densidad de población en las 552 comunidades o divisiones administrativas del país.
También recopilaron datos anónimos de teléfonos móviles del todo el país, incluyendo la cantidad de llamadas y mensajes de texto, los postes telefónicos desde los que llamaron, la duración de la llamada, etc.
El equipo también recopiló datos sobre el consumo de electricidad, una medida importante para la planificación de la infraestructura. Estos datos son más difíciles de obtener. Salat y sus compañeros los estimaron usando imágenes satelitales del país por la noche y midiendo la cantidad de la luz producida en cada comunidad.
La pregunta clave que después hacen es cómo se correlacionan estos conjuntos de datos entre sí. "Combinamos varios conjuntos de datos de Senegal para evaluar el potencial de los datos de teléfonos móviles reemplazar los datos censales insuficientes para la planificación de la infraestructura", explican.
Foto: Cortesía de los investigadores
Los resultados ofrecen algunas sorpresas interesantes. Por ejemplo, descubrieron que la actividad de los teléfonos móviles no está fuertemente correlacionada con la densidad de la población que encontraron en el censo. Sin embargo, la actividad de los teléfonos móviles está fuertemente correlacionada con el consumo de electricidad. De hecho, es un indicador bastante mejor que la densidad de la población.
A primera vista, es como un rompecabezas. Pero Salat y sus colegas explican el resultado indicando que el consumo de electricidad es el resultado de una serie de actividades interconectadas que se correlacionan mejor con el uso de teléfonos móviles que con la densidad de población.
El equipo también muestra cómo pueden procesar los datos de teléfonos móviles para dar una mejor estimación de la densidad de población y el consumo de electricidad, incluso cuando los datos cubren tan solo un tercio de la población.
Se trata de un trabajo interesante con un potencial significativo. Como demostración de prueba de principio, explica cómo los datos de los teléfonos móviles son un importante indicador para el consumo de electricidad en el mundo en desarrollo. No es difícil imaginar cómo los planificadores podrán explotar ese tipo de información.
Además, es sencillo actualizar los datos de forma regular con un coste relativamente bajo. Todo lo contrario ocurre con los datos del censo, tan costosos de recopilar y relativamente poco actualizados.
Por supuesto, el enfoque no es perfecto. Un problema es comprender la cuota de mercado del proveedor de telefonía móvil y cómo varía de una región a otra. Eso daría a los resultados una mayor precisión.
No obstante, los resultados hasta ahora sugieren que los datos de teléfonos móviles tienen el potencial de cambiar drásticamente la forma en la que las agencias gubernamentales, los proyectistas y los economistas miden y piensan sobre los presupuestos y la planificación de las infraestructuras. Estos datos podrían ser una contribución importante para reducir la pobreza y aumentar el espíritu empresarial en estos lugares.
Ref: arxiv.org/abs/1907.04812 : Mobile Phone Data’s Potential For Informing Infrastructure Planning In Developing Countries