Este artículo forma parte de una lista anual de las que, a nuestro juicio, son las 10 tecnologías emergentes más importantes. La lista completa se puede ver haciendo clic aquí.
La fabricación de cemento para hormigón consiste en calentar piedra caliza pulverizada, arcilla y arena a 1.450 ° C, usando un combustible como el carbón o el gas natural. El proceso genera una gran cantidad de dióxido de carbono: la fabricación de una tonelada métrica de cemento Portland de uso general libera entre 650 y 920 kilogramos de dicho componente. Los 2,8 millones de toneladas métricas de cemento producidas en todo el mundo en 2009 generaron alrededor del 5 por ciento de todas las emisiones de dióxido de carbono. Nikolaos Vlasopoulos, científico jefe en la startup Novacem, con sede en Londres, está tratando de eliminar las emisiones con un cemento que absorba más dióxido de carbono del que libere durante su fabricación. Logra retener hasta 100 kilogramos de gas de efecto invernadero por tonelada.
Vlasopoulos descubrió la receta del cemento de Novacem cuando era estudiante de postgrado en el Imperial College de Londres. "Estaba investigando cementos producidos por la mezcla de óxidos de magnesio con cemento Portland", afirma. No obstante, al añadir agua a los compuestos de magnesio sin ningún tipo de Portland en la mezcla, descubrió que aún así podía hacer un tipo de cemento sólido y que no estuviese basado en piedra caliza rica en carbono. Y a medida que se endurecía, el dióxido de carbono en la atmósfera reaccionaba con el magnesio para crear carbonatos fortalecientes del cemento que, al mismo tiempo, ayudaban a la captura del gas. Novacem está en la actualidad refinando la fórmula para que el rendimiento mecánico del producto sea igual al del cemento Portland. Ese trabajo, afirma Vlasopoulos, debería estar hecho "de aquí a un año".
Otras nuevas empresas también están tratando de reducir la huella de carbono del cemento, incluyendo a Calera en Los Gatos, California, que ha recibido cerca de 50 millones de dólares en inversiones de riesgo. Sin embargo, los cementos de Calera se encuentran actualmente destinados a ser aditivos para el cemento Portland, en lugar de ser un reemplazo, como en el caso de Novacem, afirma Franz-Josef Ulm, director del Centro de Sostenibilidad del Cemento en MIT. Novacem podría así conseguir ventaja en la reducción de emisiones, aunque todas las startups se enfrentan al reto de escalar su tecnología a niveles industriales. Sin embargo, según afirma Ulm, esto no significa que una empresa deba desplazar miles de millones de toneladas de cemento Portland para tener éxito; se puede comenzar por la explotación de nichos de mercado especializados dentro de la construcción. Si Novacem es capaz de producir 500.000 toneladas al año, según cree Vlasopoulos, puede alcanzar el mismo precio del cemento Portland.
Incluso llegar hasta ese punto va a ser difícil. "Ellos están introduciendo un material muy nuevo en una industria muy conservadora", señala Hamlin Jennings, profesor en el Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de la Universidad Northwestern. "Habrá cuestiones que responder." Novacem comenzará a tratar de persuadir a la industria, trabajando con Laing O'Rourke, la mayor empresa constructora de propiedad privada en el Reino Unido. En 2011, y con 1,5 millones de dólares en efectivo procedentes de la Real Sociedad y otras fuentes, Novacem tiene programado comenzar a construir una nueva planta piloto para fabricar su nueva formulación de cemento.