Aunque la FCC afirma que el aumento de conexiones de banda ancha en EE. UU. se debe a la medida implementada el año pasado, varios expertos coinciden en que la mejora no puede atribuirse a ello y que los datos de su informe no miden correctamente el nivel de acceso real
Según la Comisión Federal de Comunicaciones de EE. UU. (FCC, por sus siglas en inglés), el final de la neutralidad de la red en junio del año pasado (el sistema que requería que los proveedores de servicios de internet trataran todos los datos por igual) ha ayudado a que más estadounidenses obtengan acceso a banda ancha. Pero los datos en los que se basa esta afirmación resultan muy controvertidos.
Cada año, la FCC publica un informe que muestra el estado del acceso a banda ancha en Estados Unidos. Este informe es la principal fuente de información del Gobierno del país para medir la conectividad y ayuda a determinar cómo asignar los miles de millones de euros en subsidios de banda ancha. Cuando un borrador del informe de este año, que se hizo público en febrero, destacó el gran aumento del número de personas con banda ancha, el presidente de la FCC, Ajit Pai, afirmó que eso demostraba que "nuestro enfoque funcionaba". (Pai subrayó que la neutralidad de la red resulta perjudicial para los usuarios porque desanimaba la innovación). Después de que un grupo de activistas detectaran errores en el borrador, la Comisión ajustó los resultados, pero Pai insistió en que "los nuevos datos no cambiaban la conclusión fundamental del informe": la llamada brecha digital se estaba reduciendo.
A finales de mayo, la FCC publicó el informe final. Aunque el texto seguía mostrando un aumento en el acceso a banda ancha, el experto en el tema y miembro principal del Instituto de Política Tecnológica John Horrigan cree que no está claro si este aumento es consecuencia directa del final de la neutralidad de la red. El experto afirma: "[Los datos] han ido cambiando desde los últimos años de la administración de Obama". (Además, el informe no dice mucho sobre la brecha digital, añade, porque la brecha digital es algo más que el simple acceso a la red).
En cualquier caso, existe una controversia desde hace bastante tiempo sobre cómo la FCC mide la conectividad. La agencia elabora el informe a partir de datos autodeclarados de proveedores de servicios de internet. Esos datos muestran una situación bastante positiva. Si hay servicios en una esquina de una zona censal en particular, por ejemplo, el informe muestra que todas las partes de esa zona están cubiertas. El informe también incluye velocidades de banda ancha anunciadas, que pueden ser muy diferentes de la velocidad real que obtienen los clientes. Esto significa que los datos proporcionan un punto de partida, pero "requieren mucha investigación de seguimiento por parte de los responsables políticos antes de que tomen decisiones de implementación. Si tuvieran mejores datos, podrían responder más rápidamente a las brechas que se determinan", opina Horrigan.
Este tema ya está muy politizado: la decisión de la FCC de acabar con la neutralidad de la red generó división entre los partidos, con dos miembros demócratas de la Comisión que se oponían a ella y los tres republicanos a favor. (Los demócratas aún cuestionan los datos de la última versión del informe). Y esta politización solo va a aumentar a medida que se caliente la carrera presidencial de 2020.
La senadora demócrata Amy Klobuchar, por ejemplo, ha hecho de la conectividad una parte importante de su campaña, proponiendo un proyecto de ley de infraestructura de un 900 millones de euros que incluye recursos para conectar a todos los hogares para el año 2022. Junto a otros tres senadores, también es patrocinadora de la bipartidista Ley de Mejora del Mapeo de la Banda Ancha, que requeriría que la FCC utilice otras fuentes de datos para estos informes. Como dijo la otra comisionada demócrata de la FCC, Jessica Rosenworcel, en un evento de Pew sobre el acceso a la banda ancha: "No podemos gestionar lo que no podemos medir".