Ambas potencias han adoptado una posición contraria en su relación con el gigante tecnológico chino. Mientras que Google acaba de anunciar que no licenciará Android en su móviles, Reino Unido ha pedido a la empresa que le suministre materiales "no esenciales" para su futura red 5G
En agosto del año pasado, EE. UU. prohibió a sus agencias gubernamentales utilizar equipos de Huawei y desde entonces ha estado presionando a sus aliados para que sigan su ejemplo. El siguiente lo ha dado Google, que acaba de anunciar que no licenciará Android en los móviles de Huawei. Por su parte, Intel, Qualcomm, Xilinx y Broadcom han afirmado que tampoco venderán sus chips a Huawei "hasta nueva noticia".
Pero el lógico rechazo estadounidense al gigante tecnológico chino no está calando tanto entre otros países (ver Claves para entender por qué EE. UU. teme que Huawei domine el 5G). El mes pasado, Reino Unido acordó que Huawei podría suministrar al país el material "no esencial" para su red 5G.
Qué sucedió: la primera ministra de Reino Unido, Theresa May, dio el visto bueno a Huawei para ayudar a construir la red 5G de Reino Unido, según informa The Telegraph. Sin embargo, su función se limitará a suministrar equipos "no esenciales", como antenas y estaciones base. La decisión fue acordada por un comité de ministros, pero se mencionó que al menos cinco de los miembros del comité plantearon objeciones.
¿Una decisión insignificante? En agosto pasado, Australia llegó a la conclusión de que no era posible gestionar los riesgos de seguridad nacional relacionados con la entrada de equipos de Huawei en su red 5G (planteamiento adoptado por Reino Unido). En octubre, uno de sus jefes de espionaje Mike Burgess afirmó que la diferencia entre la tecnología principal y la no esencial se vuelve cada vez menos importante con el 5G. Explicó que esto se debía a que las "funciones sensibles" comenzaban a moverse fuera del núcleo para aprovechar las latencias más bajas que ofrece el 5G. Así que Reino Unido aún tiene que explicar por qué ha tomado esta decisión.
Un recordatorio: Huawei ha negado repetidamente que pueda actuar bajo las órdenes del Gobierno chino. Afirma que ha sido víctima de una caza de brujas, alimentada por los temores de Estados Unidos de quedarse por detrás de China a nivel tecnológico.