Sus autómatas pueden presumir de ser los más estables, ágiles y con mayor equilibrio, pero sus capacidades de visión y navegación estaban muy limitadas. Para solucionarlo, la empresa acaba de adquirir una 'start-up' especializada en visión artificial y aprendizaje automático
Famosa por sus robots acrobáticos, inquietantemente realistas y bastante propensos a los accidentes, la empresa Boston Dynamics va a adquirir una tecnología que daría a sus creaciones el cerebro que necesitan para moverse por el mundo real.
La compañía ha anunciado la próxima compra de la start-up Kinema Systems, que fabrica sistemas de visión artificial y aprendizaje automático para robots de almacén. Con esta adquisición, Boston Dynamics se lanza a las ventas comerciales por primera vez, pues hasta ahora solo había vendido su tecnología a investigadores.
Los clientes de Kinema suelen ser empresas que necesitan mover cajas que llegan en bloques a almacenes y fábricas. Mover la mercancía de un palé a un almacén es un reto complicado para los robots, ya que las cajas pueden ser de diferentes tamaños, venir envueltas en adhesivos y estar apiladas de forma irregular. Y lo que es peor, la iluminación puede variar bastante de una instalación a otra, lo que dificulta la tarea.
Kinema resuelve este problema mediante una combinación de cámaras convencionales, algoritmos de visión artificial en 2D y 3D y aprendizaje automático. Sus sistemas permiten que un robot descubra por sí mismo dónde termina una caja y comienza otra (ver Un robot autodidacta y misterioso domina todos los tipos de caja de un almacén). Boston Dynamics presentó recientemente su último robot, una plataforma con ruedas llamada Handle a la que pudimos ver rodar por un almacén mientras movía cajas entre estantes con un sistema de succión.
El fundador de la compañía e inventor de la tecnología de equilibrio dinámico en la que se basan todos los robots de Boston Dynamics, Marc Raibert, asegura que la tecnología y la experiencia de Kinema podrían ser cruciales para que sus máquinas se vuelvan más prácticas. Actualmente, los robots de Boston Dynamics, la mayoría de los cuales tienen dos o cuatro patas, se reequilibran de forma excelente. Recolocan rápidamente sus piernas cuando se resbalan o tropiezan, eso les permite caminar sin caerse incluso en terrenos resbaladizos como el hielo. Pero su precio es muy elevado, tienen poca capacidad de navegación y dependen mucho de operadores humanos para orientarse.
En declaraciones a MIT Technology Review, Raibert afirma: "Todos nuestros robots necesitan una mejor visión. Hemos contratado a más gente, pero la compra de esta compañía es otra forma de conseguir personal". El responsable destaca que su equipo estaba impresionado por el funcionamiento del sistema de Kinema en diferentes condiciones. Además, la tecnología de Kinema cuenta con posibles aplicaciones fuera de los almacenes, lo que permitiría que los robots tengan la visibilidad necesaria para moverse en otros entornos.
Boston Dynamics continuará vendiendo la plataforma y la tecnología que ahora mismo ofrece Kinema hasta que consiga integrarla en sus propios sistemas, como Handle. Raibert cree que este proceso, que podría ayudar a Handle a moverse por sí mismo en los almacenes desconocidos, duraría alrededor de un año.
Raibert fue pionero en la idea del equilibrio dinámico en máquinas, liderando los influyentes laboratorios de investigación tanto en Carnegie Mellon como en el MIT (ambos en EE. UU.). Su compañía llevaba muchos años trabajando en secreto y fue financiada principalmente por el Departamento de Defensa de Estados Unidos.
En 2013, Boston Dynamics fue una de las varias empresas de robótica adquiridas por Google de forma repentina antes de ser vendida al conglomerado japonés SoftBank en 2017. Los robots de esta compañía tuvieron un papel destacado en la famosa competición de robótica DARPA que se llevó a cabo entre 2012 y 2015.