Esta 'carne' utiliza proteínas de guisante, soja, trigo, patatas y aceites vegetales para imitar la textura y el sabor de la carne de animal
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¿Qué? Tanto las alternativas cultivadas en el laboratorio como las que se basan en plantas se aproximan al sabor y al valor nutricional de la carne real sin destruir el medio ambiente
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¿Por qué? La ganadería provoca una deforestación catastrófica, contamina el agua y emite gases de efecto invernadero
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¿Quién? Beyond Meat, Impossible Foods
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¿Cuándo? Las que están basadas en plantas ya están disponibles. Las cultivadas en laboratorio llegarán alrededor de 2020
La ONU espera que haya 9.800 millones de personas en el mundo para el 2050. Y su poder adquisitivo es cada vez mayor. Ninguna de esas cosas es buena para el cambio climático, especialmente porque a medida que las personas escapan de la pobreza, tienden a comer más carne.
Para esa fecha, de acuerdo con las predicciones, la humanidad consumirá un 70 % más de carne que en 2005. Y resulta que criar animales para consumo humano es una de las peores cosas que le hacemos al medio ambiente (ver Cómo reducir las emisiones de metano de las vacas con algas).
En función del animal, producir un kilo de proteína cárnica con métodos occidentales industrializados requiere entre cuatro y 25 veces más agua, entre seis y 17 veces más tierra y entre seis y 20 veces más combustible fósil que la producción de un kilo de proteína vegetal.
El problema es que es poco probable que las personas dejen de comer carne a corto plazo. Lo que significa que las alternativas cultivadas en el laboratorio y las basadas en plantas podrían ser la mejor manera de limitar la destrucción del planeta.
Para cultivar carne en laboratorio es necesario extraer tejido muscular de los animales y cultivarlo en biorreactores. El producto final se parece mucho al que obtendríamos de un animal, aunque el tema del sabor está costando bastante (ver Un pavo artificial de 30.000 euros quiere poner fin a las granjas de animales y El primer pollo frito de laboratorio sabe casi igual y no necesita matar animales). Un equipo de la Universidad de Maastricht (Países Bajos) que intenta producir carne cultivada en el laboratorio a escala, cree que el año que viene el coste de una hamburguesa cultivada en laboratorio podría ser similar al de una hamburguesa de vaca.
Uno de los inconvenientes de la carne cultivada en el laboratorio es que los beneficios medioambientales todavía son incompletos. Un informe reciente del Foro Económico Mundial afirma que las emisiones de la carne cultivada en el laboratorio solo serían un 7 % menores que las que genera la producción de carne de vacuno.
La carne artificial a partir de plantas como las que ofrecen compañías como Beyond Meat e Impossible Foods (Bill Gates es inversor de ambas compañías) tienen mejores propiedades medioambientales. Esta 'carne' utiliza proteínas de guisante, soja, trigo, patatas y aceites vegetales para imitar la textura y el sabor de la carne de animal. Beyond Meat tiene una nueva fábrica de 2.400 metros cuadrados en California (EE.UU.) y ya ha vendido más de 25 millones de hamburguesas en 30.000 tiendas y restaurantes (ver Si se prohíbe la carne, esta hamburguesa vegetal la imita perfectamente). Según un análisis realizado por el Centro de Sistemas Sostenibles de la Universidad de Michigan (EE.UU.), una hamburguesa de Beyond Meat probablemente generaría un 90 % menos de emisiones de gases de efecto invernadero que una hamburguesa convencional hecha de una vaca.