El 'Green New Deal' plantea unos objetivos energéticos y climáticos realmente ambiciosos, sin nuevas centrales nucleares, apoyo a las renovables y promoción de la captura natural del carbono atmosférico. Pero es poco probable que sus buenas intenciones resulten rentables ni reciban el apoyo necesario
El jueves pasado jueves, la congresista de Estados Unidos Alexandria Ocasio-Cortez, de Nueva York, y el senador Ed Markey, ambos demócratas, presentaron un marco que finalmente aclara algunas de las propuestas más concretas del nuevo programa ambiental, conocido como el Nuevo Pacto Verde (Green New Deal, en referencia al New Deal, el programa de políticas intervencionaistas que el presidente de los Estados Unidos Franklin D. Roosevelt puso en marcha para luchar contra los efectos de la Gran Depresión en la década de 1930).
El marco detalla las ambiciones de sus autores de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la agricultura, la construcción, la energía y el transporte. También obliga a modernizar la red eléctrica y a fortalecer las ciudades contra los desastres climáticos.
Pero lo más interesante es que ofrece nuevos detalles sobre la combinación de tecnologías que podrían emplearse para lograr estos objetivos, una cuestión que los grupos de energía y medio ambiente ya han estado debatiendo enérgicamente.
Aquí hay cuatro puntos principales.
1. Energía limpia, pero no renovable
A algunas personas les preocupaba que el Green New Deal limitara la generación de energía las fuentes renovables, principalmente la energía eólica y solar, como defendían cientos de grupos ecologistas.
En lugar de eso, el marco ha adoptado un enfoque relativamente escéptico en torno a la tecnología capaz de descarbonizar el sector de la energía. El texto afirma que la nación debe satisfacer "el 100 % de la demanda de energía en Estados Unidos a través de las fuentes de energía limpias, renovables y de cero emisiones".
Esto permitiría el uso de fuentes libres de carbono como la energía nuclear y las centrales de combustible fósil con sistemas de captura de carbono incorporados. La mayoría de los investigadores de energía sostienen que estas fuentes constantes libres de carbono harán que sea más rápido, más fácil y menos costoso reformar el sistema energético. Esto se debe a que la generación eólica y solar fluctúa mucho, lo que requiere caras formas de almacenamiento de energía y transmisión para satisfacer la demanda cuando no existen otras fuentes consistentes (ver El desorbitado precio de cargar el mundo con energía 100 % renovable).
2. ¿Adiós a las nuevas centrales nucleares?
Dicho esto, al menos uno de los autores obviamente quiere deshacerse de la energía nuclear y las centrales de combustibles fósiles.
En una primera versión del apartado de preguntas frecuentes adjunta, publicado esta semana desde la oficina de Ocasio-Cortez, se indica que el plan no incluirá ninguna central nuclear nueva, y añade: "No está claro si podremos retirar todas las centrales nucleares dentro de 10 años, pero el plan es hacer la transición de los combustibles fósiles y nucleares lo antes posible".
Sin embargo, el término 'nuclear' desapareció en un borrador posterior. Y después, la sección de preguntas frecuentes directamente desapareció.
En un comunicado el vicepresidente ejecutivo del laboratorio de ideas de energía Third Way, Josh Freed, afirmó: "Aunque una hoja informativa de uno de los patrocinadores de la resolución ha creado confusión, el texto de la resolución lo deja bastante claro: debemos emplear todos los recursos de carbono cero disponibles para eliminar la contaminación climática y aumentar considerablemente nuestra inversión en innovaciones de energía limpia"
3. Eliminar el carbono de forma "natural"
Tanto el Panel Internacional del Cambio Climático de la ONU como las Academias Nacionales de Estados Unidos han llegado a la conclusión de que tendremos que retirar cantidades masivas de dióxido de carbono de la atmósfera para evitar niveles peligrosos de calentamiento (ver "Si queremos gestionar las emisiones, debemos almacenar carbono").
Por lo tanto, otro asunto preocupante antes de que se publicara la propuesta era si abarcaría o no los métodos para eliminar el dióxido de carbono directamente del aire, y de ser así, cómo. El marco publicado especifica que la ley permitiría o exigiría "eliminar los gases de efecto invernadero de la atmósfera y reducir la contaminación", pero da una prioridad clara a las "soluciones comprobadas de baja tecnología que aumentan el almacenamiento del carbono en el suelo, como la preservación y la forestación".
Según el informe de las Academias Nacionales de EE. UU., este tipo de métodos (plantar árboles y mejorar la gestión del suelo) no será suficiente porque generará competencia por el uso del suelo con la agricultura necesaria para alimentar al mundo. El informe requería una importante financiación federal para la investigación y el desarrollo de otros métodos, como las máquinas de captura directa de aire que pueden aspirar el dióxido de carbono del cielo. Pero la propuesta del Green New Deal no hace mención a ninguno de ellos.
4. Posiblemente imposible
En resumen, la propuesta deja entrever una clara preferencia por las soluciones naturales y la energía renovable, con quizás una reticente aceptación de que otras tecnologías podrían ser necesarias.
La cuestión más amplia, por supuesto, qué importancia tendrá esta propuesta. Sin duda, no se convertirá en ley de ninguna manera con el actual Congreso y presidente de EE. UU..
También cabe preguntarse si revisar casi todo el sector energético en una década resulta económicamente viable. El investigador de energía y director ejecutivo de Vibrant Energy, Christopher Clack, dijo en Twitter que "construir, operar y retirar" todas las centrales para el 2030 costaría casi 24 billones de euros, lo que supondría una inversión de unos 2.400 millones de euros anuales.
Incluso si los demócratas vuelven a dominar el Senado y la Casa Blanca en 2020, el Green New Deal podría seguir condenado al fracaso. Además de limpiar el sistema energético, la propuesta garantiza a todos los estadounidenses empleos bien remunerados, atención médica de alta calidad, agua potable y alimentos asequibles. Un proyecto de ley tan amplio es probable que no tenga muchas posibilidades, esté quien esté a cargo.
Pero algunos esperan que la ambición del Green New Deal se convierta en un punto de encuentro político que inspire a los legisladores, activistas y votantes, ampliando la ventana de lo que es políticamente posible.