Puentes, casas y ¡hasta bodas! Aunque la fiebre por la tecnología haya decaído un poco, hay quien sigue empujando sus límites con creaciones increíbles. Le presentamos nuestra lista de favoritos
Aunque el revuelo por la impresión 3D haya disminuido un poco, en 2018 esta tecnología ha seguido extendiéndose en la industria. A nivel industrial (la parte más importante y a la vez más aburrida), las empresas de fabricación están aplicando impresión 3D para reducir pesos y costes. Pero el uso más interesante de la tecnología es el que le están dando los arquitectos. A lo largo de este año, estos profesionales han llevado a cabo una serie de experimentos que han empujado los límites artísticos de lo que la impresión 3D puede producir.
Estos son algunos de los logros y creaciones más destacados de 2018:
1. Puente de acero impreso en 3D
Presentado en la Semana del Diseño Holandés de este año, el puente peatonal impreso de la empresa MX3D se instalará en Ámsterdam (Países Bajos) el próximo año. Aunque la ejecución del proyecto completo duró casi cuatro años, la compañía dijo a los usuarios de la página web 3Ders que el proceso de producción del puente ahora puede hacerse en unos seis meses. Originalmente, este puente de 12 metros iba a imprimirse directamente sobre el agua en el emplazamiento donde iba a ser instalado. Pero las preocupaciones logísticas y ambientales acabaron este plan. En su lugar, los brazos robóticos y las máquinas de soldadura lo crearon en uno de los talleres de la compañía para luego poder colocarlo en el lugar elegido.
2. Casas impresas en 3D
Este año se han producido algunos nuevos e impresionantes experimentos sobre los usos de la impresión 3D en construcción (ver El viaje de la impresión 3D: del edificio icono a la construcción social). Una start-up llamada Icon afirmó en marzo que podía construir una casa de 60 metros cuadrados en un período entre 12 a 24 horas con impresión 3D. El primer hogar hecho con la tecnología de Icon se presentó en el SXSW en Texas (EE.UU.). En octubre, la start-up anunció que había recaudado casi ocho millones de euros en fondos para expandir sus proyectos de impresión 3D. Y el año que viene, la Universidad de Tecnología de Eindhoven (Holanda) abrirá la primera de sus cinco casas planificadas e impresas en 3D para residentes.
Imprimir casas en 3D es un reto que lleva años persiguiéndose, y aunque cada vez avanza más, los ingenieros continúan encontrando retos, como fallos en los equipos o problemas sobre el tiempo que necesitan las paredes para secarse. Así que estas promesas hay que tomarlas con cautela. Algunos obstáculos están empezando a superarse, pero aún quedan muchos.
3. La millonésima pieza de BMW
Mientras que la impresión 3D todavía está buscando su gran hueco en la industria de fabricación, algunas compañías aeroespaciales y automovilísticas de alto nivel ya la han adoptado. BMW alcanzó un hito importante este año: su pieza número un millón fabricada en serie desde 2010 (en concreto, un riel de ventana para el BMW i8 Roadster, fabricado en una impresora 3D de HP). La compañía lleva trabajando con esta tecnología desde 1990 para crear prototipos y desarrollos, pero su uso en la producción ha vivido su esplendor durante los últimos ocho años. La compañía estima que en 2019 imprimirá más de 200.000 piezas en 3D.
4. El lanzamiento de Refabricator
En noviembre y a bordo de un cohete, un nuevo sistema de impresión 3D fue enviado hasta la Estación Espacial Internacional. Pero lo más impresionante es que en lugar de requerir un material nuevo, el Refabricador puede convertir artículos viejos de plástico en filamentos para crear nuevas piezas. La mayoría de las operaciones de la impresora se controlan desde la Tierra para verificarlas.
El experimento podrá poner a prueba un uso muy valioso de las impresoras para los viajes espaciales. Si los astronautas logran reutilizar varias veces los materiales de impresión 3D, se podrá limitar la cantidad de material que necesitan en el espacio lo que favorecerá las estancias más largas.
5. Seguimiento automático de objetos impresos en 3D
Un equipo de investigadores de la Universidad de Washington (EE.UU.) ha empleado la impresión 3D para crear objetos como frascos de píldoras y prótesis capaces de enviar información sobre su uso, sin necesidad de incorporar baterías.
Estos objetos llevan incrustadas unas antenas que se activan cuando cada aparato realiza un movimiento específico, por ejemplo, cuando un frasco de pastillas se abre o se cierra. Los cambios en la forma en la que se transmiten las señales de las antenas crean un patrón que transmite la información relevante. Los investigadores creen que su sistema podría mejorar las tecnologías de asistencia, lo que haría posible controlar exactamente cómo las personas usan estos dispositivos. Ni siquiera importaría si se mojaran o se quedaran sin batería.
El próximo reto del equipo será reducir sus prototipos para poder integrarlos en otros objetos útiles de la vida diaria.
6. ¡Bodas!
Y oh sí, ¡imprimí en 3D toda mi boda! Y no fui la única. La profesora Candice Majewski también imprimió en 3D su ramo.