Mate Rimac (Croacia), 30
Rimac Automobili
Tras batir varios récords y crear dos hypercars eléctricos, está ayudando al sector automotriz a acelerar su transición hacia la sostenibilidad
"Hola, soy un coche eléctrico. No voy muy deprisa ni llego muy lejos". Así es como hace más de una década, la popular serie Los Simpson describía con humor la visión que el mundo tenía sobre este tipo de vehículos: máquinas lentas y poco potentes. Pero dado que el motor de combustión interna es una de las mayores fuentes de contaminación del mundo, siempre quedaron idealistas convencidos de que, algún día, los coches eléctricos podrían competir con cualquier vehículo tradicional. Uno de ellos era Mate Rimac, quien en lugar de sentarse a esperar a que otro cumpliera su sueño, decidió que él mismo podría revolucionar la industria automotriz. Y así ha sido, un logro que le ha convertido en uno de los ganadores de Innovadores menores de 35 Europa 2018 de MIT Technology Review en español.
Este joven croata de origen bosnio afirma que ha creado los hypercars eléctricos "más rápidos y emocionantes del mundo". En Zagreb tiene más de 400 empleados trabajando en su empresa, Rimac Automobili, la cual se ha asociado recientemente con Seat para fabricar el Cupra e-Racer, y en junio de este año con Porsche, quien anunció que había comprado una participación del 10 % de su compañía. La empresa también desarrolla y envía transmisiones y sistemas de baterías a importantes marcas en todo el mundo, como Jaguar, Aston-Martin, Renault y Mercedes-Benz. Sin embargo, su foco principal está en la tecnología de baterías de alto voltaje, trenes de potencia eléctricos e interfaces digitales. Además de esto, el equipo también diseña y construye bicicletas eléctricas bajo su filial Greyp Bikes.
Pero, ¿cómo ha logrado Rimac este gran éxito? Todo empezó cuando era pequeño. Desde una temprana edad demostró predilección por la electrónica y los automóviles. Durante la escuela secundaria ganó varios concursos y llegó a representar a su país en campeonatos nacionales de electrónica. Con el dinero obtenido compró su primer coche, un viejo BMW que posteriormente convirtió en un auto eléctrico de carreras en el garaje de sus padres, con tan solo 19 años.
Quería demostrar que los vehículos eléctricos no solo contribuían al medio ambiente, sino que también podían ser máquinas poderosas, divertidas y de mejor calidad que los tradicionales. Al principio, perdió muchas carreras contra los típicos motores de combustión y tuvo que realizar mejoras. Pero en 2010, su viejo BMW retroequipado batió cinco récords en la categoría de aceleración de vehículos eléctricos de la Federación Internacional del Automóvil y del Guinness World Records. Fue en ese mismo año cuando contrató a sus primeros trabajadores.
Rimac no tardó en hacerse un nombre en un país que jamás había tenido una industria automotriz ni inversión tecnológica. El joven recuerda: "Lo más difícil fue que en Croacia no había una sola compañía de automóviles, tuvimos que hacer todo por nuestra cuenta". A día de hoy, se ha convertido en el primer fabricante croata en desarrollar y producir autos deportivos eléctricos.
El socio y Director de Innovación en Convidencia y miembro del jurado de Innovadores menores de 35 Europa 2018, Michel Duchateau, considera que además de demostrar "una madurez impresionantemente fuerte", el proyecto de Rimac "ya está generando un impacto en el mundo".