El nuevo Desafío Subterráneo de DARPA reta a los participantes a cruzar un angosto laberinto, desplazarse por una cueva y moverse por un búnker. Cada prueba requiere ciertas características que los autómatas todavía no dominan: percepción, formas menos humanas y mejores mandos
Aunque los robots nos parezcan cada vez más humanos y capaces, estás máquinas todavía tienen muchos retos por delante antes de poder competir con las habilidades humanas. Una de ellas es la capacidad de desplazarse sin problema por distintos entornos en condiciones de incerditumbre. Para abordar esta cuestión, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DAPRA) de EE. UU. acaba de anunciar un nuevo desafío, con el que espera romper los límites del diseño y control robótico.
El Subterranean Challenge (Desafío Subterráneo) de DARPA plantea que los equipos participantes preparen a sus robots para manipular objetos a través de tres entornos diferentes: una serie de cuevas, un "entorno urbano" tipo búnker y un laberinto de túneles angostos. Aunque los robots serán controlados en remoto, también les harán falta algunas habilidades autónomas importantes. Tendrán que ser capaces de mapear el espacio rápidamente y explorar entornos desconocidos, incluso cuando la comunicación con sus 'jefes' humanos sea pobre y sus sensores se enfrenten a condiciones desafiantes.
Los equipos podrán usar todos los tipos de robots diferentes que quieran, pero eso aumentará la dificultad de la comunicación y la coordinación entre ellos. "Un robot puede ser un gran nadador aunque no sean un gran corredor o ciclista, pero si se combinan, serán capaces de abordar los tres entornos y cruzar la línea de meta", afirma el responsable del programa de DARPA, Timothy Chung.
Los proyectos previos de DARPA han tenido un éxito desigual a la hora de estimular los avances en áreas tecnológicas estratégicas. El Gran Reto y el Desafío Urbano ayudaron a promover los vehículos sin conductor. Pero más recientemente, el Desafío de Robótica de DARPA demostró que a los robots les cuesta muchísimo manejarse en situaciones desconocidas (ver Los robots demuestran que aún son "estúpidos" en el reto DARPA)
Los entornos subterráneos pueden ser muy peligrosos para los mineros y los exploradores, como se demostró en el reciente rescate del equipo de fútbol tailandés atrapado durante varios días en el interior de un entramado de cuevas. Se espera que este nuevo desafío de DARPA inspire tecnologías e ideas útiles y capaces de salvar vidas (pero no se lo digan a Elon Musk.)
Entonces, ¿qué tipo de avances necesita un robot completar con éxito el Desafío Subterráneo de DARPA?
-
Formas menos humanas: una configuración menos humanoide podría ser útil para arrastrarse por túneles y cuevas. Boston Dynamics ha demostrado todo tipo de robots de cuatro patas capaces de moverse por terrenos difíciles. También ha presentado cómo un sistema similar a un insecto puede trepar los árboles y las paredes o simplemente saltar sobre los objetos. En realidad, los investigadores llevan mucho tiempo desarrollando robots no humanoides. No nos debería sorprender, por ejemplo, ver autómatas con aspecto de serpiente que se abren camino a través de algunas partes del recorrido.
-
Controladores más inteligentes: en estos entornos más difíciles para los robots, será necesario combinar su autonomía con el control en remoto. Hermes, un sistema construido en el laboratorio del MIT (EE. UU.) de Sangbae Kim utilizó un controlador de cuerpo entero para mejorar el equilibrio y la movilidad física de un robot humanoide. Mientras tanto, un robot llamado OceanOne, desarrollado en la Universidad de Stanford (EE.UU.), usó un avanzado telemando semiautónomo en un desafiante entorno submarino.
-
Fusión de sensores: la mayoría de los coches autónomos utilizan una combinación de sensores para identificar mejor los obstáculos. El Desafío Subterráneo requerirá un mapeo fiable incluso cuando la mayoría de los sensores (o todos) se vean afectados por una iluminación pobre o por la suciedad del ambiente. También será necesario un software de mapeo de alta velocidad.
Los equipos elegidos para el desafío provienen de la Universidad Carnegie Mellon (EE.UU.), el laboratorio de investigación del gobierno australiano CSIRO, iRobot, Endeavor Robotics, el Laboratorio de Propulsión a Reacción de Caltech (EE.UU.), la Universidad de Colorado, la Universidad de Nevada y la Universidad de Pensilvania (todas de EE.UU.). Otros dos equipos, de la Universidad Tecnológica de Michigan (EE.UU.) y Scientific Systems, participarán en una competición virtual independiente en un entorno con física realista, aunque simplificada.