Un informe revela que estas entidades suelen operar sin ningún tipo de transparencia ni mecanismos de seguridad para los inversores y destaca tres dudas críticas sobre su funcionamiento. Pero sus responsables se defienden y piden a los reguladores que no interfieran
Se avecina una guerra sobre el futuro del comercio de criptomonedas y su resultado tendrá bastante impacto en la evolución de este sector. En un bando están los puristas, que creen que los intercambios de criptomonedas (las vías de entrada y salida entre el mundo de la economía criptográfica y el sistema financiero tradicional) pueden y deben permanecer exentos de la intromisión de los gobiernos. En el otro bando están los reguladores gubernamentales, encargados de proteger a los inversores del fraude.
El mes pasado, la Fiscalía General de Nueva York (EE. UU.) lanzó un duro golpe a favor de los reguladores, con nuevo informe que detalla el oscuro funcionamiento interno de las 10 plataformas de intercambios de criptomonedas más populares. El texto podría aumentar la presión sobre las casas de cambio para que aumenten su transparencia y den una mayor protección del consumidor. Nos guste o no, ese enfoque podría ser ventajoso para la industria de la criptomoneda, al menos, si el objetivo es que este tipo de divisa se adopte de forma generalizada.
En abril, esta oficina de la Fiscalía General pidió a de estas 13 populares plataformas de intercambio que respondieran a un detallado cuestionario que cubría un amplio número de temas: desde las comisiones hasta las políticas contra el blanqueo de dinero y los métodos para mantener seguros los activos de los clientes. Diez de ellas lo rellenaron, y el análisis sobre su funcionamiento, reflejado en el informe, describe una situación bastante turbia. Tanto, que la fiscal general Barbara Underwood alertó en un tuit de la ausencia generalizada de "políticas y procedimientos para garantizar la imparcialidad, la integridad y la seguridad" de los intercambios.
No es la primera vez que el estado de Nueva York pone su foto en las casas de cambio de criptomonedas. En 2015, introdujo BitLicense, el primer régimen de licencias para empresas de criptomonedas, que impuso una serie de reglas para prevenir el blanqueo de dinero y proporcionar alguna protección para los consumidores. Al igual que en 2015, el estado vuelve ahora a afirmar que su intervención es necesaria proteger a los inversores frente al fraude.
Ninguna agencia federal de EE.UU. tiene autoridad para supervisar directamente los intercambios de criptomonedas. Esto ha permitido que las casas de cambio no hayan tenido que seguir de las amplias reglas que la Comisión de Bolsa y Comercio de Valores de EE. UU. impone a los mercados de valores tradicionales como las bolsas de valores y los agentes bursátiles. Mientras tanto, una reciente investigación académica sugiere que los vendedores de activos criptográficos podrían estar manipulando el precio de Bitcoin. El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha abierto una investigación criminal sobre este asunto.
La Oficina de la Fiscalía General de Nueva York está especialmente preparada para ocuparse de ese vacío. Dado que la capital aloja a Wall Street, el organismo ya tiene mucha experiencia a la hora de controlar el fraude en los mercados de valores y productos básicos del estado y "sabe cómo los vendedores pueden aprovecharse de los mercados", explica el profesor de la Facultad de Derecho Cardozo en Nueva York Aaron Wright.
El informe se ceba sobre las casas de cambio por carecer de "capacidades sólidas de vigilancia del mercado en tiempo real e histórico, como las que ofrecen los mercados bursátiles tradicionales, para identificar los patrones de intercambio sospechosos". El texto sostiene que los conflictos de intereses están descontrolados y señala preocupaciones sobre una falta de transparencia en toda la industria frente a varias cuestiones, entre las que destacan:
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Por qué las casas de cambio trabajan con ciertas monedas pero no con otras
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Si las cotizaciones de los intercambios implican pagos y en qué cantidades
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Si los empleados de las casas de cambio poseen alguna de sus propias monedas cotizadas
Al igual que ocurrió cuando Nueva York presentó BitLicense, la investigación se ha topado con una resistencia importante. Tres plataformas de intercambios (Binance, Gate.io, Huobi y Kraken) se negaron a participar, alegando que no permiten el comercio en Nueva York. Sin embargo, la Oficina de la Fiscalía General analizó este argumento y remitió a las tres plataformas al Departamento de Servicios Financieros del Estado "por una posible violación de las regulaciones de Nueva York en el ámbito de la moneda virtual". El CEO de Kraken, Jesse Powell, atacó a través de Twitter , tildando a los reguladores estatales "abusivos". El responsable defiende que protegerse contra la manipulación del mercado "es algo que no importa a la mayoría de los comerciantes de criptoactivos".
Pero el profesor Wright sostiene que el informe es bueno para el comercio de criptomonedas porque inspirará a los "buenos actores" para que den un funcionamiento más justo a sus clientes. El experto concluye: "Creo que, al final, a medida que la industria madure, van a ganar los mercados más seguros, sanos y sólidos".