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Yuliya Klochan.

La matemática que rompe barreras con el positivismo sexual en el MIT

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Los Pleaducators son un grupo de estudiantes comprometidos a cambiar la cultura en el MIT reduciendo la conducta sexual inapropiada y fomentando las relaciones saludables. Yuliya Klochan forma parte de esta comunidad que le ha permitido abandonar su zona de confort a través del empoderamiento femenino

  • por Anónimo | traducido por Ana Milutinovic
  • 28 Agosto, 2018

Un miércoles por la noche de febrero es la hora de la reunión semanal de Pleasure@MIT en el Instituto Tecnológico de Massachussets (EE. UU.), un acrónimo de "compañeros al frente de la educación sexual y en defensa del empoderamiento de las relaciones". Los Pleducators son un maravilloso grupo de personas comprometidas con el cambio de cultura en MIT para reducir la conducta sexual inapropiada fomentando la comunicación y las relaciones saludables. Trabajamos con la oficina de prevención y respuesta a la violencia (VPR, por sus siglas en inglés) para que su trabajo se vuelva obsoleto, pero realmente, Pleasure es un grupo que cambia, más que nada, la vida de sus propios miembros. Somos una comunidad unida con diversas perspectivas y trabajamos para el mismo objetivo. A menudo escucho a mis compañeros decir que el hecho de estar en Pleasure mejoró sus relaciones, y yo siento lo mismo.

Nuestra reunión se centra en la próxima Pleasure Week, una serie de actividades de amplio alcance sobre temas como la religión y las relaciones, la erótica y los tipos de parejas. Tratamos de acomodar en nuestros talleres a personas de todos los orígenes y creencias. De hecho, lo que más me gusta de Pleasure es nuestra definición del positivismo sexual. Se trata de una elección personal, siempre que haya respeto mutuo, comunicación y seguridad para las partes involucradas. Apoyamos a los compañeros en todo tipo de relaciones, no solo sexuales, organizando talleres regulares sobre temas universales como la comunicación, la identidad, los valores y la cultura. En nuestros grupos sobre la vida, ofrecemos recursos para cualquier cosa, desde las primeras relaciones sexuales hasta cómo arreglar la relación con un amigo.

La reunión va bien. Nos han pedido que dirijamos un módulo sobre la piratería cultural para un grupo de estudiantes del campus. Hablamos de las ideas sobre las futuras actividades y comentamos la concurrida sesión de Preguntas y Respuestas de "Placer en la oscuridad" de la semana anterior que produjo algunas discusiones geniales y sinceras porque dejamos claro que todo lo debatido en un acto de Pleasure no sale de ahí.

Desde allí, me dirijo con prisa a un ensayo con mi otro grupo feminista, The F Word. Cada año durante los últimos 15, se ha organizado una producción del MIT de The Vagina Monologues (“Los monólogos de la vagina”). Como su nombre indica, la obra es una serie de historias individuales y grupales sobre las experiencias con la femineidad y con el cuerpo femenino. Originalmente interpretada en 1996, Los monólogos de la vagina -o VagMo, como lo llama el elenco- sigue siendo una obra única de este tipo.

Antes del ensayo, cada miembro del elenco responde a una pregunta para romper el hielo: ¿por qué se ha presentado a la audición de la VagMo? Varias confiesan que nunca ni siquiera habían dicho la palabra "vagina" en público, y ahora piensan decirla frente a cientos de personas. Hablamos sobre el estigma que rodea los temas como el género y la sexualidad. Estamos allí para romper esas barreras. Y no resulta fácil: ¡intente contar a sus amigos y a sus padres su papel en un espectáculo titulado Los monólogos de la vagina! Por otra parte, VagMo es ​​tan importante justo porque no es fácil. La mayoría del elenco se presentó al casting después de haber visto el espectáculo, y gracias a esa experiencia que les hizo sentirse más fuertes. Ayudamos a que cada vez más estudiantes se sientan cómodos al hablar sobre el sexo y la sexualidad, el género y los asuntos relativos a la mujer.

Con cada acto en el que participo, doy un paso más para salir fuera de la zona de confort y entrar en la zona de aprendizaje. Si alguien me hubiera preguntado hace cuatro años si algún día me uniría a los proyectos centrados en la promoción del feminismo y la reducción de la violencia sexual, me habría sorprendido. Me imagino que me hubiera sentido incómoda y fuera de lugar al hablar sobre los temas controvertidos y, además, fui al MIT para estudiar matemáticas. Pero este sitio no es solo para la ciencia y la tecnología. Existen tantas personas aquí que se preocupan por empoderar a otras, y reflexionando sobre mis cuatro años en el Instituto, me siento increíblemente privilegiada de haberlas conocido.

Ejercer como Pleducator y formar parte del reparto de VagMo me hicieron creer que es posible cambiar y que yo misma soy capaz de hacerlo. Y ahora sé que siempre tendré la oportunidad de volver a la zona de aprendizaje. Al fin y al cabo, si he conseguido unirme a dos grupos completamente de imprevisto y totalmente incómodos, ¿qué es lo que no seré capaz de hacer?

Por Yuliya Klochan.