Soluna ha adquirido un parque eólico con potencial de hasta 900 megavatios. La empresa cree que su parque podrá generar energía tan barata como la de China, hecho que conseguiría una manera más limpia de mantener la minería de Bitcoin
Es imposible negarlo: el consumo de energía de Bitcoin es un problema ambiental cada vez mayor. Se estima que la red usa casi tanta electricidad como toda Irlanda, hecho que genera alarmas sobre su huella de carbono. Sin embargo, teóricamente no debería consumir tanta energía basada en combustibles fósiles como lo hace hoy en día, y una nueva empresa de energía renovable tiene un ambicioso plan para demostrarlo.
La empresa, llamada Soluna, se ha hecho con un parque eólico de 37.000 acres (casi 150 kilómetros cuadrados) en Marruecos y cree que tiene el potencial de albergar hasta 900 megavatios de capacidad de generación de energía. Una estimación reciente (PDF) sugiere que la red Bitcoin usa al menos 2,55 gigavatios. El desarrollo del sitio comenzó hace nueve años, pero el progreso se estancó con sus anteriores propietarios. Soluna, que se asoció con el desarrollador alemán de energía eólica ALTUS AG , apunta a construir al menos 36 megavatios de capacidad para 2020 y completar los 900 megavatios en cinco años. La energía eólica suministrará la electricidad barata a un centro de computación de alta densidad para "minar" Bitcoin y otras criptomonedas.
Soluna usará el dinero que obtiene de la minería para desarrollar aún más el parque eólico, comenta el CEO John Belizaire, y añade que también podrá ganar dinero vendiendo energía a la red marroquí. Cree que el modelo de minería "verticalmente integrado" de Soluna representa no solo una manera más limpia de mantener Bitcoin y otras redes de blockchain, sino también una nueva forma de financiar el desarrollo de energía renovable.
La minería -el proceso algorítmico mediante el cual los participantes de la red acuerdan que las nuevas transacciones de Bitcoin son válidas- es lo que hace que la red consuma mucha energía. Los mineros compiten para agregar conjuntos de nuevas transacciones, llamados bloques, al libro contable. El proceso implica realizar un cálculo complejo de manera repetida muchas veces hasta adivinar un número único que enlace criptográficamente el nuevo bloque al anterior. El proceso almacena los datos de tal manera que se vuelve extremadamente difícil y caro manipularlos, ya que cambiar los datos en un bloque requiere también cambiar todos los anteriores. (ver "Razones por las que 'blockchain' no es tan segura como parece")
La electricidad es el mayor gasto variable para los mineros, que pueden obtener ganancias siempre que ese coste sea menor que el valor de los bitcoins que obtienen como recompensa por mantener el libro mayor. Ese es el motivo principal por el que tantas operaciones mineras tienen su base en China, donde en algunas regiones es posible comprar energía de carbón extremadamente barata, tan barata como 0,03 dólares (0,02 euros aproximadamente) por kilovatio-hora. (En comparación, la tasa residencial promedio en EE. UU. en mayo de este año fue de poco más de 0,13 dólares (0,11 euros) por kilovatio-hora).
Soluna planea (PDF) que su parque eólico marroquí podrá generar energía tan barata como la de China. Belizaire cree que su compañía es la primera que tiene como objetivo desarrollar y utilizar su propio recurso energético para la criptografía. "Suponiendo que pueda desarrollar la potencia al menor coste, por definición, siempre tendrá el coste más bajo, porque nadie cambiará el precio de su energía", sostiene. La compañía "anticipa que puede explotar de forma rentable en casi cualquier entorno previsible de criptomonedas", según un documento blanco (PDF). Belizaire afirma que también será posible llevar este modelo comercial a otras partes del mundo, donde Soluna puede desarrollar recursos de energía limpia "igualmente ricos".
La empresa, en efecto, está bien posicionada en la tecnología blockchain. La apuesta es que la tecnología está en sus "primeros días" y está preparada, dice Belizaire, para marcar el comienzo de "un nuevo internet, si se quiere", basado en la informática descentralizada. Incluso si surgen mecanismos de consenso en energía más eficientes para reemplazar el proceso de minería de Bitcoin, un "ecosistema de blockchain" global aún requerirá mucha energía, y debería ser suministrada por recursos renovables, concluye.