La principal asesora económica del expresidente de EE. UU. Bill Clinton, Laura Tyson, está convencida de que la tecnología sustituirá a cada vez más humanos en cada vez más más tareas. Y aunque surjan nuevas oportunidades laborales, el problema será su ubicación y su remuneración
La principal asesora económica del expresidente de Estados Unidos Bill Clinton y profesora de la Universidad de California en Berkeley (EE. UU.), Laura Tyson, explica cómo la tecnología aumenta la desigualdad.
Sobre la desigualdad
"Creo que hay un consenso sobre cuál será el resultado de un cambio tecnológico continuo, y este consenso se basa en lo que ha pasado en los últimos 30 años. Según esta opinión generalizada, la tecnología reemplazará la mano de obra y estará sesgada por las habilidades. Además, un cambio tecnológico de este tipo provocará una erosión continua de la participación laboral en los ingresos nacionales, y también aumentará la desigualdad salarial y de ingresos".
Sobre la novedad
"El ritmo de la automatización está aumentando y se está extendiendo a través de más habilidades, tareas, ocupaciones y sectores. EL problema no depende solo de la velocidad sino también de la amplitud del cambio".
Sobre no dejar a la gente atrás
"Si los trabajadores de entre 40 años y 50 años son reemplazados por la automatización, ¿serán capaces de adquirir las habilidades necesarias para los nuevos empleos? Y, si logran adquirilas, ¿habrá alguien dispuestao a contratarles? Tenemos que invertir mucho en habilidades, educación y movilidad. Sé que parece difícil, pero en realidad es más difícil aún".
Sobre entender lo que está sucediendo
"Lo que está pasando es casi una cuestión de economía básica. La tecnología desplazará a cada vez más humanos en cada vez más más tareas. Eso reducirá la demanda de mano de obra, lo que a su vez reducirá el rendimiento del trabajo. Y lo que más me preocupa es el efecto que esto tendrá en los salarios. Si una gran parte de los trabajadores ve cómo la automatización socava sus habilidades, los salarios serán más bajos. Es así de simple".
Sobre la productividad
"Sigo creyendo que los beneficios en productividad serán importantes. La pregunta es, ¿cómo se repartirán?".
Sobre el desempleo tecnológico
"Mi opinión es que no nos dirigimos hacia un desempleo tecnológico prolongado. En una economía de mercado, los salarios se ajustan con el tiempo y la gente acaba encontrando trabajo. El problema no es la cantidad de trabajos disponibles sino su calidad. ¿Estos nuevos empleos serán capaces de ofrecer unos niveles de medios de vida y oportunidades comparables a los medios de subsistencia y oportunidades de trabajos perdidos a través de la automatización? Esto es lo que me preocupa".