Cada vez más naciones preparan sus hojas de ruta para aprovechar al máximo el potencial de la inteligencia artificial. Asesorar bien a los responsables políticos, fomentar la retención de talento y prepararse para la destrucción de empleos son algunos de los puntos más importantes, según los expertos
Antes de terminar su último mandato, el ahora expresidente de Estados Unidos Barack Obama publicó un informe sobre inteligencia artificial (IA) en el que dejaba claro que la tecnología debería ser una pieza clave de la estrategia del Gobierno. Desde entonces, otros países como Francia y China han empezado a elaborar sus propias hojas de ruta para aprovechar al máximo los avances en IA (ver China despierta al dragón de la inteligencia artificial). Aunque no puede decirse que EE. UU haya mantenido este objetivo desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca (ver Cómo destrozar el sector de la inteligencia artificial de todo un país).
Al otro lado del Atlántico, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció a finales de abril un plan de IA, que respaldará con 1.365 millones de euros en fondos, nuevos centros de investigación, iniciativas de intercambio de datos y pautas éticas. Macron también se hizo eco de una opinión defendida por muchos economistas y expertos en política al sugerir que la tecnología podría impulsar la productividad económica y aumentar los salarios y crear más empleo.
Pero el plan nacional de inteligencia artificial más ambicioso es sin duda el chino. El año pasado, el gigante asiático anunció una serie de acciones con las que pretende dominar la industria de la IA para el año 2030 (ver China quiere dominar la IA pero con apoyo del resto del mundo). Aunque los detalles no están muy claros, el país inyectará muchos miles de millones de euros en esta industria. Y los expertos intentan averiguar cómo esta tecnología podría afectar a la economía y a la sociedad.
El Gobierno del Reino Unido ha publicado varios estudios importantes sobre IA, y el año pasado concedió 565 millones de euros para financiar nuevas tecnologías, de los que una gran parte fue a parar directamente a proyectos de inteligencia artificial. Canadá ha creado varios institutos de IA y ha introducido incentivos para atraer a las empresas que trabajan en la tecnología. Y se rumorea que Alemania está preparando su propia estrategia de IA.
Aunque el objetivo de todos ellos es el mismo, sus estrategias para lograrlos son distintas. Así que hemos hecho un pequeño análisis para diseñar el mejor plan maestro para la inteligencia artificial.
1) Invertir más
Financiar la investigación en IA debe ser la prioridad número uno, según uno de los principales asesores económicos de Obama y autor del informe IA 2016, Jason Furman. En su opinión, la investigación básica necesita el respaldo de los gobiernos, dado que los avances del sector privado no beneficiarán al conjunto de una nación.
Furman agrega que es muy importante promover la IA porque podría proporcionar el impulso económico necesario para aumentar salarios y generar nuevas oportunidades de empleo. Y afirma: "Los economistas han descubierto que estamos invirtiendo una cuarta parte de lo que deberíamos invertir en total".
El CEO del Instituto Allen para Inteligencia Artificial, Oren Etzioni, una organización sin ánimo de lucro de (EE. UU.), señala que los principales avances de IA nacen en los centros públicos de investigación: "Si las universidades no se financian, corremos el riesgo de matar a la gallina de los huevos de oro. Estamos en un momento trascendental en la historia".
2) Prepararse para la destrucción de empleo
Aunque la inteligencia artificial tiene el potencial de impulsar el crecimiento económico, también puede acelerar la desaparición de algunas profesiones, transformar la naturaleza del trabajo y aumentar la desigualdad económica (ver "El ritmo implacable de la automatización" [y el futuro del empleo] y Los nuevos empleos de la IA podrían aumentar la desigualdad aún más). Es fundamental que los gobiernos se preparen para esta transformación. Para ello, se podrían explorar nuevas oportunidades de formación y empleo para aquellos que han perdido su trabajo debido a la automatización y la IA (ver "La mejor forma de prepararse para el futuro del empleo es estudiando"). Varios expertos e instituciones académicas ya han alertado sobre este problema y afirman que las consecuencias sociales podrían ser muy graves. Esos problemas seguramente requerirán que los gobiernos tomen medidas.
"Es mejor que un gobierno se encargue de planificar el desplazamiento laboral que causará la IA", señala el destacado investigador de IA Andrew Ng, que anteriormente fue el científico jefe de Baidu y ahora está involucrado con diferentes proyectos de IA.
3) Fomentar el talento
Otro punto clave está en la atracción y retención de expertos en inteligencia artificial. Estados Unidos tiene una larga historia de atraer al mejor talento académico, algo que ha ido alimentando su industria. Los académicos más brillantes del aprendizaje profundo (por ejemplo, Geoffrey Hinton, Yann LeCun, Yoshua Bengio y Andrew Ng) nacieron en otros países pero se desplazaron a universidades y compañías de Estados Unidos.
No mucho después de que Google adquiriera DeepMind, una empresa británica que hizo avances fundamentales en IA en 2014, el Gobierno del Reino Unido encargó un informe de IA. La autora del texto, la profesora de la Universidad de Southampton (Reino Unido) Dame Wendy Hall afirmó: "Queremos asegurarnos de que Reino Unido está preparado para ofrecer empleos en IA, y queremos que nuestras start-ups se queden aquí". El informe incluye, por ejemplo medidas que ayuden a las empresas emergentes a acceder a más datos y fondos, algo que recudiría su disposición a aceptar ser compradas por gigantes extranjeros.
Puede que ahora que el Gobierno de Estados Unidos está adoptando una postura agresiva contra la inmigración y endureciendo las condiciones para ofrecer visados, otros países tengan mayores oportunidades para atraer y retener talento. Etzioni opina: "La apertura es una gran ventaja. Si detenemos la inmigración, estamos poniendo un clavo en nuestro ataúd científico".
4) Priorizar la educación
La educación debe ser clave. Los nuevos científicos de IA alimentarán su propia industria, pero también es importante que el potencial de la inteligencia artificial se expanda hacia diferentes industrias.
La directora de la organización sin fines de lucro AI4All, Tess Posner, afirma que además de impulsar la industria, la educación puede ayudar a resolver sus deficiencias: "La crisis no es solo de talento, también es una crisis de diversidad, y eso es un gran problema", afirma. La experta considera que aunque los gobiernos no son directamente responsables de formar a los expertos, sí deben liderar este esfuerzo. "Es una tecnología tan importante que debería haber un enfoque nacional sobre ella", añade.
Ya hay algunos países que están siguiendo esta estrategia. Reino Unido, por ejemplo, ha lanzado nuevos cursos universitarios sobre inteligencia artificial y ha creado nuevos fondos para estudiantes de doctorado en sus principales universidades.
5) Adaptar las leyes
Aunque la inteligencia artificial como tecnología genera no debería necesitar nuevas leyes, algunas de sus aplicaciones podrían necesitar que la regulación se adapte, como por ejemplo en el caso de los coches autónomos. Estados Unidos ya está investigando varios accidentes recientes que involucran a los vehículos sin conductor para asegurarse de que no se rompieron las reglas.
Lo mismo pasa con los algoritmos sesgados, según el profesor asistente de la Universidad de Cornell (EE. UU.) y experto en equidad en el aprendizaje automático Solon Barocas. La ciudad estadounidense de Nueva York ya ha lanzado un proyecto para que la toma de decisiones algorítmicas sea más responsable bajo el marco regulatorio existente.
Pero Barocas cree que los reguladores pueden necesitar orientación para descubrir cómo aplicar las leyes actuales: "Hay límites en cuanto a qué tan lejos puede llegar con las regulaciones existentes. Los reguladores necesitan mucha ayuda".
También puede ser importante considerar los nuevos desafíos que podrían aparecer a consecuencia de la IA. Un reciente informe publicado por académicos y expertos de la industria especula sobre cómo delincuentes, terroristas y gobiernos podrían utilizar la inteligencia artificial como arma para lograr sus objetivos.
6) Comprender la tecnología
Lo más importante que necesitan los gobiernos en el campo de la inteligencia artificial es entender qué es y de qué es capaz. Dado que la IA es un campo tan complejo y avanza tan deprisa, es especialmente importante que los expertos entren en contacto con los responsables políticos y la administración. Sin conocimientos técnicos, será un desafío actuar con eficacia en cualquier área relevante para la inteligencia artificial.
Pero, a día de hoy, hay pocos gobiernos que haya incluido a expertos en inteligencia artificial entre sus asesores. "Cuando hay una disrupción tecnológica, el liderazgo es importante", concluye Ng.