La 'start-up' Nectome ya ha recaudado más de 160.000 euros de voluntarios dispuestos a someterse a un suicidio asistido para conservar su cerebro. Pero no hay ninguna prueba de que sea posible recuperar recuerdos de una mente muerta
El MIT Media Lab (EE. UU.) cortará lazos con Nectome, la compañía de embalsamamiento cerebral que promueve la eutanasia entre las personas que esperan la inmortalidad digital a través del "almacenamiento cerebral".
La start-up ha recaudado más de 160.000 euros en depósitos de voluntarios que esperan almacenar sus cerebros mediante en un procedimiento mortal similar al suicidio asistido por un médico. Pero después de que este medio publicara un reportaje sobre la técnica "100% mortal" de Nectome (ver Conserve su cerebro para siempre sometiéndose a suicidio asistido), su vinculación con el Instituto Tecnológico de Massachusetts ha sido puesta en entredicho.
El MIT estaba recibiendo aproximadamente casi 250.000 euros a través de un subcontrato con Nectome. El dinero salía de una subvención federal que la empresa había recibido para desarrollar métodos de conservación y análisis. Pero según una declaración emitida el 2 de abril, el MIT dará por terminado el contrato de investigación con el profesor y neurocientífico Edward Boyden del Media Lab. Por su parte, el científico afirma que no tiene intereses financieros ni ninguna otra vinculación personal con Nectome.
La conexión del MIT con la compañía generó duras críticas por parte de algunos neurocientíficos, quienes afirman que es imposible almacenar el cerebro (ver Manifiesto científico para desacreditar la criogenización). "Básicamente, la compañía se basa en una proposición falsa. Es algo que simplemente no se puede hacer", dice el investigador del Instituto Karolinska (Suecia) Sten Linnarsson.
En su opinión, la colaboración con el MIT dio credibilidad a Nectome y aumentó las posibilidades de que "algunas personas se suiciden para donar sus cerebros". El experto añade: "No es ético, no puedo describir lo poco ético que es. Esto no es algo que hacemos en la investigación médica".
Nectome está investigando técnicas para embalsamar el cerebro de las personas para preservar las conexiones entre las neuronas. Hay quien dice que dicho "conectoma" podría retener información sobre los recuerdos de una persona. Pero la mayoría de los neurocientíficos cree que la capacidad de recapturar recuerdos del tejido cerebral muerto y recrear una conciencia dentro de un ordenador está a lo sumo a décadas de distancia, pero que lo más probable es que sea imposible.
Inicialmente, el cofundador de Nectome Robert McIntyre, no respondió a la solicitud de comentarios sobre la decisión del MIT. En declaraciones previas, afirmó que su técnica de embalsamamiento debería iniciarse con enfermos terminales mientras aún están vivas, para garantizar que el cerebro esté lo más fresco posible. Más tarde, y por correo electrónico, McIntyre afirmó: "Apreciamos la ayuda que el MIT nos ha brindado, comprendemos su elección y les deseamos lo mejor". Señaló que Nectome actualmente no ofrece servicios de preservación cerebral clínica ya que la tecnología aún está en fase de investigación. Y destaca que quienes se han unido a la lista de espera de Nectome pueden recuperar sus depósitos.
En su declaración, el MIT Media Lab afirma que cancelará el contrato "después de haber considerado las premisas científicas de los planes comerciales de la compañía, así como ciertas declaraciones públicas que la compañía ha hecho".
A pesar de rescindir el contrato, parece que la institución no descarta la viabilidad de la conservación de cerebros en sí misma. Su declaración, que refleja el pensamiento de Boyden sobre la cuestión, incluye una discusión sobre por qué la capacidad de recuperar "recuerdos y otra información relacionada con la mente" del tejido muerto es una "pregunta de ciencia básica muy interesante".
Aquí está la declaración completa:
Declaración sobre la relación entre el MIT Media Lab y Nectome
2 de abril de 2018
En respuesta a las preguntas que surgieron sobre las relaciones del profesor Ed Boyden y el MIT con la compañía Nectome, el MIT Media Lab ha publicado la siguiente declaración. El MIT es parte de un subcontrato bajo la subvención NIMH para la pequeña empresa adjudicado a Nectome, con el grupo de Boyden trabajando en un proyecto de investigación académica para combinar aspectos de la química de Nectome con la invención del grupo Boyden, la microscopía de expansión, para visualizar mejor los circuitos cerebrales de ratón para la ciencia básica y con fines de investigación. Una química tan nueva podría, si se lograra, facilitar el descubrimiento de fármacos para trastornos cerebrales, impulsar la cartografía básica del circuito de la neurociencia y facilitar la banca cerebral para futuras investigaciones sobre estados de salud y enfermedad. El profesor Boyden no tiene afiliación personal, financiera, operativa ni contractual con la empresa Nectome.
Considerando las premisas científicas en las que se basan los planes comerciales de la empresa, así como ciertas declaraciones públicas que ha hecho la empresa, el MIT ha informado a Nectome de su intención de terminar el contrato correspondiente entre el MIT y Nectome de acuerdo con los términos de su acuerdo.
La neurociencia no ha avanzado lo suficiente como para saber si algún método de preservación cerebral es lo suficientemente potente como para conservar todos los tipos de biomoléculas relacionadas con la memoria y la mente. Tampoco se sabe si es posible recrear la conciencia de una persona. Con más detalle:
En relación al primer punto, no se sabe cuáles son los tipos exactos de biomoléculas que se deben preservar, para conservar los recuerdos y otra información relacionada con la mente. Dado que no conocemos el conjunto exacto de moléculas requeridas, no podemos decir si una determinada técnica de preservación cerebral es suficiente para almacenar todos los detalles biomoleculares necesarios para preservar los recuerdos y otra información relacionada con la mente. Esta es una pregunta de ciencia básica muy interesante, y esperamos que nosotros en el MIT podamos contribuir, pero en última instancia, se necesita mucha más ciencia. Si, algún día, podemos medir la ubicación y la identidad de suficientes tipos de biomoléculas a lo largo de un circuito neuronal, y luego descubrir que simular esas cosas en una representación es suficiente para recapitular una función del cerebro, sin duda, eso sería extremadamente interesante y emocionante. Pero esto aún no se ha hecho, y como cualquier cuestión científica fundamental, no hay garantía de que sea posible en absoluto.
En cuanto al segundo punto: actualmente, no podemos medir directamente ni crear conciencia. Dada esa limitación, ¿cómo se puede decir si, por ejemplo, un ordenador o una simulación es consciente? Es posible que algún día podamos simular, en un ordenador, circuitos neuronales con gran precisión, basados en mapas biomoleculares suficientemente detallados. Pero actualmente no sabemos cómo determinar la forma en la que se sentiría esa simulación, incluso si se ampliara al tamaño del cerebro humano. Comprender esto requerirá una nueva ciencia que represente un salto no lineal de la neurociencia que ocurre hoy en día, y algunas personas consideran que esto es un problema irresoluble (también conocido como el "problema difícil" de la conciencia).