El gigante de las compras planea, al igual que ha hecho con las librerías, abrir sus propias tiendas físicas para la venta de productos de alimentación y otro tipo de bienes
Primero fueron libros. Después, Amazon empezó a vender música, dispositivos electrónicos, artículos para el hogar y finalmente casi cualquier cosa que uno pueda imaginar comprar en una tienda. La increíble expansión de su oferta minorista destruyó otros negocios al ofrecer a los clientes algo que valoran por encima de casi cualquier otra cosa (a veces incluso el precio): la comodidad.
Ahora, como si quisiera enfatizarlo todavía más, Amazon apunta a las tiendas de alimentación.
Tras machacar la venta de libros en tiendas físicas y sólo resucitarla con sus propias tiendas, Amazon se ha propuesto entrar de lleno en el negocio de las llamadas "bodegas" o tiendas de comestibles. Forma parte de su estrategia mucho más ambiciosa para hacerse con el control de la venta de alimentación al por menor.
Foto: Amazon resucitó las librerías y ahora busca lanzar una línea de tiendas de alimentación. Crédito: Steven Brashear (Getty Images).
Ya se pueden comprar bastantes artículos de alimentación en Amazon.com, claro está. Pero es una selección mucho más limitada de la que se encontraría en un supermercado y en la que escasean sobre todo artículos perecederos. Como señala el Wall Street Journal, los suscriptores de Amazon Prime se gastan alrededor de 2.500 dólares (unos 2.268 euros) al año en sus productos; algo menos de la mitad de los 5.500 dólares (unos 4.990 euros) que gasta cada hogar estadounidense al año en el supermercado.
Eso representa un mercado gigantesco. Es una oportunidad que no se le escapa al principal minorista de alimentos de Estados Unidos, Walmart, que, según el Wall Street Journal, venderá 140.000 millones de dólares (unos 127.000 millones euros) a través de sus supermercados en 2016. Amazon quiere un trozo de ese pastel.
La venta de comestibles es un negocio con márgenes escasos y repleto de competidores. Walmart, por ejemplo, se está preparando para permitir a los clientes realizar sus pedidos en línea y recoger los artículos desde sus coches en puestos colocados en los aparcamientos. Amazon lleva varios años experimentando con el envío de productos frescos en su servicio Fresh. Según fuentes anónimas de dentro de la empresa citadas por el Wall Street Journal, Amazon planea lanzar alguna combinación entre la recogida de la compra desde el coche y la entrega directa en el domicilio el día de la compra.
Pero Amazon probablemente no busca enriquecerse vendiendo manzanas. Sus planes para controlar el mercado de comestibles representan una manera de atraer a la gente a sus tiendas, rastrear sus hábitos de compra y lograr que sigan acudiendo para adquirir alimentos y otros artículos más rentables. De funcionar -y merece la pena recordar que otros servicios de entrega en el día ya lo han intentado- representará un arreglo muy cómodo.
(Para saber más: Wall Street Journal, ¿Por qué las grandes compañías de internet se empeñan en el servicio de entrega en el día?, El algoritmo de Amazon no recomienda lo mejor para tu bolsillo sino para el suyo)