Ensamblar el móvil y producir algunos de sus componentes en el país sería posible, aunque incrementaría ligeramente el precio. Pero algunos materiales simplemente no están disponibles en el territorio
Donald Trump dice que si se convierte en presidente de EEUU, obligará "a Apple a empezar a fabricar sus ordenadores y sus iPhones en territorio nacional, no en China". Bernie Sanders también ha hecho un llamamiento para que Apple fabrique algunos dispositivos en Estados Unidos en lugar de China.
Ninguno de los dos candidatos podría lograrlo. Cómo le contó Steve Jobs al presidente Obama cuando le preguntó por qué Apple no fabricaba móviles en su país natal, la empresa no contrataba a fabricantes chinos sólo por una mano de obra más barata. China también ofrecía una fuerza laboral cualificada, fábricas flexibles y proveedores de piezas que se adaptan con mayor rapidez que los nacionales, según la compañía.
Foto: Una representación artística de la deconstrucción de un iPhone realizada por el analista IHS. Crédito: Owen Smith.
Pero, dejemos eso de lado por ahora e imaginemos que Apple lograra persuadir a uno de sus fabricantes chinos a abrir instalaciones en Estados Unidos, o que lo hiciera la propia empresa. ¿Podría funcionar? Apple probablemente podría fabricar iPhones en Estados Unidos, al igual que se producen algunos Mac de gama alta, sin encarecerlos demasiado. Pero hay un problema que socava los argumentos de Trump y Sanders.
Escenario 1
Actualmente las empresas subcontratadas por Apple realizan el montaje de los iPhones en siete fábricas, seis en China y una en Brasil. Si los móviles fuesen montados en Estados Unidos pero Apple siguiera abasteciéndose de los componentes de manera global, ¿cuánto influiría eso en el precio del dispositivo?
Según IHS, un analista de mercado, los componentes de un iPhone 6s Plus, cuyo precio actual es 749 dólares (unos 662 euros), cuestan unos 230 dólares (unos 203 euros). El precio del iPhone SE, el modelo más nuevo de Apple, ronda los 399 dólares (unos 353 euros), e IHS calcula que incluye unos 156 dólares (menos de 140 euros) en componentes.
Montar esos componentes para formar un iPhone cuesta unos cuatro dólares (unos 3,5 euros), según los cálculos de IHS, y alrededor de 10 dólares (unos 8,8 euros), según el profesor de la Escuela de Estudios sobre la Información de la Universidad de Siracusa (EEUU) Jason Dedricks. Dedricks cree que montar los teléfonos en Estados Unidos aumentaría entre 30 y 40 dólares (entre aproximadamente 26,5 y 35,4 euros) el coste del dispositivo. En parte porque la mano de obra en Estados Unidos es más cara, pero principalmente porque el envío de piezas a Estados Unidos (en lugar de sólo el producto terminado) generaría costes de transporte y gastos de logística adicionales. Esto significa que, dando por hecho que todos los demás costes se mantuvieran estáticos, el precio final de un iPhone 6s Plus podría verse aumentado en un 5%.
Foto: Apple tiene proveedores en 28 países...
Crédito: Apple.
Foto: ... pero la mayoría de ellos están concentrados en tan sólo cuatro. Apple requiere un vasto grupo de trabajadores, pero la mayoría trabajan para otras empresas. Crédito: Luke Shuman.
¿Qué beneficios aportaría esto a Estados Unidos? Apple afirma que sus proveedores dan empleo a más de 1,6 millones de trabajadores. Pero el montaje final de los móviles representa una pequeña fracción de eso. Así que incluso si Apple pudiese convencer a Foxconn u otro proveedor para montar iPhones en Estados Unidos sin perjudicar demasiado sus beneficios, ese sólo hecho probablemente no resultaría tan transformador como Trump y Sanders dan a entender.
Escenario 2
Pero, ¿y si los componentes fueran fabricados en Estados Unidos también?
Casi la mitad, 346 de los 766 proveedores de Apple, incluidos los que fabrican piezas para iPhones, iPads y Macs, están en China. Japón tiene 126, Estados Unidos 69 y Taiwán 41.
Foto: Apple ha dicho que Estados Unidos carece de la infraestructura de fabricación necesaria para el iPhone. Pero, ¿y si pudiera encontrar la manera de fabricarlo de manera nacional, cuánto costarían los móviles? El gráfico muestra, de abajo a arriba, el precio actual del iPhone 6s Plus (gris claro) y los precios proyectados para los escenarios hipotéticos de realizar el montaje final del dispositivo en Estados Unidos (gris oscuro) y de fabricarlo íntegramente, incluidos sus componentes, en Estados Unidos (rojo). Crédito: Luke Shuman.
La parte de delante del iPhone está hecha del resistente cristal Gorilla Glass de Corning. Corning fabrica el cristal en instalaciones en Kentucky (EEUU), Corea del Sur, Japón y Taiwán. La pantalla táctil de ese cristal y los chips informáticos que se colocan debajo de ella representan uno de los componentes más caros del móvil. Cuesta unos 20 dólares (unos 18 euros) para un iPhone SE, según IHS. El otro gasto importante es el procesador del móvil. Tanto el SE y el 6s emplean un chip diseñado por Apple. La empresa subcontrata la fabricación del chip a Samsung y TSMC, una empresa taiwanesa. El módem móvil del SE, diseñado por Qualcomm, cuesta unos 15 dólares (unos 13 euros), según IHS. La memoria NAND y DRAM añaden otros 15 dólares (13 euros), los chips de gestión energética añaden unos 6,5 dólares (unos 5,8 euros) y los amplificadores y transmisores de radio suman casi otros 15 dólares (13 euros).
Muchos de estos chips son fabricados por contrato, por lo que resulta difícil saber exactamente donde son producidos. Por ejemplo, GlobalFoundries, un importante productor contratado, fabrica microchips para empresas como Qualcomm en Alemania, Singapur, Nueva York y Vermont (ambos en EEUU). El ingeniero del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, EEUU) Duane Boning especializado en la fabricación de semiconductores cree que "apenas existen diferencias de precio" entre países para la fabricación de las obleas de las que están compuestos los chips. "La mano de obra representa una fracción diminuta del coste en comparación con los equipos e instalaciones subyacentes de las fábricas multimillonarias", afirma Boning. Como señala el director del Instituto de Materiales Críticos del Laboratorio Ames del Departamento de Energía de Estados Unidos, Alex King, las fábricas de semiconductores se vuelven obsoletas pocos años después de construirse. Esto significa, según Boning, que "con cada generación nueva de semiconductores existe la oportunidad de ubicar una fábrica de semiconductores en cualquier lugar del mundo, incluido Estados Unidos". Las máquinas empleadas en tales fábricas de hecho se producen sobre todo en Estados Unidos.
¿Esto podría hacerse de modo económico para los varios chips y otros componentes de los iPhone? Dedrick y sus compañeros calculan que la fabricación de los componentes de un iPhone en Estados Unidos añadiría entre 30 y 40 dólares (entre unos 26,5 y 35,4 euros) al precio final del dispositivo. Al menos inicialmente, "las fábricas estadounidenses no resultarían competitivas para la mayoría de estos bienes y operan con bajos volúmenes, lo que aumenta aún más la diferencia con Asia", señala Dedrick. Pero se puede proyectar, dice, que bajo este escenario un móvil resultaría como mucho 100 dólares (unos 89 euros) más caro, siempre que los materiales empleados para fabricar los componentes se obtuvieran en mercados globales.
Escenario 3
Para poder comprender la importancia del comercio dentro de la economía de la alta tecnología, imaginemos un escenario incluso más allá de lo que sugieren los candidatos a presidente: ¿y si Apple intentara hacer un iPhone de "átomos estadounidenses" de forma que Estados Unidos no dependiera en absoluto de otros gobiernos para acceder a los materiales necesarios?
Según King del Laboratorio Ames, un iPhone contiene alrededor de 75 elementos químicos, lo que representa dos terceras partes de la tabla periódica. Incluso sólo la carcasa exterior de un iPhone depende en gran medida de materiales que no están comercialmente disponibles en Estados Unidos. El aluminio se hace con bauxita, y no existen minas de bauxita en Estados Unidos. (El aluminio reciclado tendría que ser la fuente local).
Foto: Un iPhone contiene la mayoría de los elementos de la tabla periódica, incluidos algunos que no son extraídos en Estados Unidos.
Los elementos denominados como tierras raras (difíciles de extraer) tendrían que provenir sobre todo de China, que genera el 85% del suministro global. Uno de estos elementos, el hafnio, resulta esencial para los transistores del iPhone. Se necesita neodimio para los imanes del dispositivo, como el imán del motor que hace que el móvil vibre y los de los micrófonos y altavoces. El lantano, otra tierra rara, es empleado para la lente de la cámara.
En otras palabras, "ningún producto tecnológico se podrá hacer íntegramente, desde la mina hasta el montaje, en un sólo país", afirma David Abraham, el autor de Los elementos del poder, un nuevo libro sobre tierras raras. El iPhone es un símbolo del ingenio estadounidense, pero también es un testamento a las realidades ineludibles de la economía global.