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Tecnología y Sociedad

"Apple Pay no ayuda a reducir los costes financieros, se está repartiendo el pastel"

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El economista Simon Johnson no entiende por qué la revolución financiera no se ha producido ya y analiza cómo afectará a la sociedad

  • por Nanette Byrnes | traducido por Teresa Woods
  • 17 Agosto, 2015

Antiguo director de economía del Fondo Monetario Internacional y actual profesor de la Escuela de Administración y Dirección de Empresas Sloan del MIT (EEUU), Simon Johnson, ha estudiado y escrito ampliamente sobre los pagos, el crédito, la banca y las políticas monetarias. Ahora observa un abanico de "grandes ideas" que podrían influenciar el futuro de los pagos y tienen amplias implicaciones para la economía. Nuevos métodos para la rápida transferencia de dinero a bajo coste podrían beneficiar especialmente a los que no disponen de acceso al sistema bancario en economías emergentes y los pobres de los países desarrollados. Johnson habló con la editora de Informes Especiales de MIT Technology Review Nanette Byrnes desde su despacho en el campus de MIT en Cambridge, Massachusetts (EEUU).

¿Funciona el sistema que utilizamos actualmente para realizar pagos?

El cobro de un talón es muy eficiente, se realiza a una escala masiva y lleva asociado unos costes muy bajos. Esa parte de realizar un pago funciona bien. La otra parte evidentemente consiste en la pregunta: "¿Se rechazará este talón?" Nos hemos dejado convencer desde la década de 1950 de que era mejor utilizar una tarjeta de crédito, un sistema por el cual la transacción está garantizada por un tercero. Pero representa una forma muy cara de realizar pagos. Está dirigida por un cártel con un gran poderío en cuanto a la fijación de precios. La diferencia entre el coste real que supone realizar un pago y lo que se te cobra por ello es una gran cantidad de dinero. Representa un gran objetivo para nuevas tecnologías de pago. Y algún conjunto de tecnologías encontrará la manera de reducir esa diferencia.

Hay una revolución en curso en el campo de los pagos – aunque quizás no seamos del todo conscientes de ello – y a las empresas establecidas [como Visa y Mastercard] no les falta el poder o capacidad de responder. Es complicado porque ganan tanto dinero con el sistema actual; ¿porqué reducirían significativamente sus precios? Pero existe una gran oportunidad.

Si las nuevas tecnologías y otros factores consiguen reducir el coste de las transacciones de pago, ¿podría eso fomentar un aumento en el número de transacciones e impulsar la economía?

Creo que el mayor problema lo sufren las personas y los países de menores recursos. Son países que por lo general disponen de sistemas bancarias menos desarrollados, donde las tarjetas de crédito generalmente no son tan accesibles. Ahora pueden saltarse [las tarjetas de crédito]. Los servicios bancarios que se ofrecen a la gente relativamente pobre en Estados Unidos son muy caros – incluidos el cobro del talón de la nómina, un préstamo sobre el sueldo, o incluso el cobro de un talón gubernamental, lo que es una auténtica locura. Creo que el cambio puede ayudar en muchas actividades y ayudar más a los que menos tienen.

Pero la nueva tecnología de pagos de la que más se habla, Apple Pay, no supone una amenaza para el actual modelo de negocios de pagos. De hecho, funciona sobre los railes del sistema existente. ¿Ayudará a reducir los costes?

Sospecho que no. Se están repartiendo el pastel.

Otros lo hacen también. Starbucks informa de que el 16% de sus ventas se realizan por su app móvil de pagos

Lo que le importa a Starbucks es vender café. Esto del dinero es una cuestión secundaria para ellos. No van a timarme en esa transacción porque entonces no voy a acudir a sus cafeterías a comprar su café. Creo que alguien que dispone de ese tipo de confianza por parte de sus consumidores puede hacer esto bien.

Los consumidores necesitan confiar en alguien que representa este tipo de intermediario de pagos. Les entregas dinero. Y quizás permitas que cobren dinero directamente desde tu cuenta cuando corresponda. Disponen de muchos datos tuyos. Tenemos que confiar en que no sean vulnerables a los ataques de los hackers, para robarles datos o dinero. Así que desde luego sugiere que deberías pensar en [trabajar con] una empresa tecnológica o una empresa para la que la seguridad informática sea realmente una prioridad.

Me sorprende que las empresas tecnológicas no hayan hecho más progresos aún [con los pagos]. Existen algunas limitaciones regulatorias en Estados Unidos, que creo que van a verse sometidas al escrutinio. A los reguladores les gusta restringir quién puede operar un banco. Les gusta limitar esto a este grupo de personas que han dirigido antes un banco. Es una idea muy, muy anticuada pensar que los banqueros son de alguna manera más honestos o dignos de confianza. ¿En quién confiarías más? ¿Un banco de gran renombre y marca comercial, o Google o Apple?

¿Qué papel jugarán los criptomonedas en el futuro de los pagos?

Está claro que estos sistemas tienen algo en su núcleo que debería funcionar, pero si el interfaz de consumo con bitcoins y cartera electrónica, si eso saldrá ganando, no estoy seguro. La gente quiere robarte las cosas constantemente – es simplemente algo inherente a la historia humana. ¿Cuánto anonimato quieres guardar, dado que quieres disponer de alguna protección contra los robos? El otro tema es, ¿quiero yo trabajar mediante esta moneda independiente que tiene el valor fluctuante de Bitcoin, o preferiría simplemente disponer de un método de menor coste para realizar pagos en dólares? Al final el dinero se traslada de mi cuenta bancaria a la tuya. No estoy seguro de necesitar pasar por una moneda alternativa. Hay gente que quiere correr el riesgo [de valoración] de Bitcoin, pero me vendes un café. ¿Por qué querrías correr el riesgo de valoración de Bitcoin? No quieres. Sólo quieres cobrar, y es de nuestro interés mutuo realizar ese pago a bajo coste.

Este artículo pertenece a nuestro Informe Especial: El dinero del mañana sin monedas ni billetes

Tecnología y Sociedad

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