Foto: Cada dedo tiene su propio electroimán para que Finexus pueda rastrear su posición en 3D.

Un proyecto de investigación puede empezar a darnos pistas sobre cómo el dispositivo de Oculus, propiedad de Facebook, nos permitirá explorar la realidad virtual algún día: utilizar un conjunto de electroimanes y sensores para rastrear los movimientos de los dedos en tres dimensiones.

Llamado Finexus, el proyecto emplea cuatro sensores magnéticos para rastrear unos electroimanes del tamaño de una uña, colocados en la punta de cada dedo del usuario; ha demostrado una precisión de hasta 1,3 milímetros. El proyecto fue creado por un grupo de investigadores de la Universidad de Washington (EEUU) y Oculus Research.

Keyu Chen, un alumno de postgrado del laboratorio de computación ubicua de la universidad, lanzó el proyecto mientras era becario de Oculus Research en Redmond, Washington (EEUU) el verano pasado. Su idea es que Finexus se emplearía para juegos además de tareas que requieran una variedad de delicados movimientos de dedo, como tocar un piano virtual, pintar o escribir en el aire. (Un vídeo de Finexus en acción muestra un ejemplo de lo último).

"A veces quieres algo donde realmente puedas utilizar los dedos para realizar movimientos dedicados", explica Chen.

Oculus no quiso realizar comentarios sobre el proyecto, que tiene previsto presentarse en forma de trabajo de investigación en la conferencia ACM CHI 2016 sobre la interacción humano-máquina en San José, Californa (EEUU) en mayo.

Las interacciones que imagina Chen podrían ser más detalladas de lo que muchos de nosotros experimentaremos de forma temprana con la realidad virtual. El primer casco de realidad virtual de consumo de Oculus, el Rift, dependerá de un mando de plástico para las interacciones, que puede contrarrestar la sensación envolvente. (El Rift, que se lanzará comercialmente este invierno, incluirá un mando inalámbrico de Xbox; Oculus también comercializará un par de mandos llamados Oculus Touch que se conectarán con el sistema de rastreo óptico de Oculus para proporcionar unos controles más finos, pero llegarán al mercado más tarde).

Foto: Finexux rastrea los dedos por separado en tres dimensiones con el uso de electroimanes y sensores magnéticos.

A diferencia de los sistemas de rastreo que dependen de cámaras para averiguar dónde se encuentran la cabeza o algunas partes específicas del cuerpo del usuario, Finexus no necesita tener una línea visual directa entre el electroimán y el sensor. Eso significa, por ejemplo, que si el usuario se agacha mientras disfruta de un videojuego de realidad virtual, ocultando los electroimanes de los dedos de los sensores, Finexus aún debería ser capaz de identificar los movimientos de los dedos.

Chen imagina que Finexus se incorporará algún día a un guante y una pulsera o reloj inteligente; el guante alojaría los electroimanes, mientras el dispositivo en forma de pulsera alojaría los sensores. Por ahora, la distancia máxima permitida entre los sensores y electroimanes es de tan sólo 12 centímetros, pero Chen cree que podría llegar a alcanzar los 25 centímetros. De todas maneras, una distancia tan corta limitaría el sistema a colocarse sobre el cuerpo del usuario.

Finexus funciona de modo parecido a los sistemas de GPS: las distancias entre un electroimán y los cuatro sensores magnéticos se calculan, y después la intersección de cada una de esas cuatro distancias se determina y se emplea para averiguar la posición del electroimán en el espacio. Cada electroimán opera en una frecuencia distinta, lo cual facilita, según Chen, que sean identificados individualmente.

Chen dice que los electroimanes podrían ser añadidos al sistema sin requerir un número mayor de sensores, de forma que se podrían rastrear todos los dedos o representar las manos con mayor precisión al colocar más de un electroimán en cada dedo.

Su próximo paso, añade, será refinar el hardware de Finexus y miniaturizarlo. Después, no sabe qué sucederá. "No sé si [Oculus] lo incluirá en un futuro producto, pero es una posibilidad", concluye.