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Cuil intenta resurgir de nuevo

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El “asesino de Google” del año pasado tiene previsto volver y utilizar las búsquedas sociales.

  • por David Talbot | traducido por Francisco Reyes
  • 22 Julio, 2009

Fue hace un año cuando el motor de búsqueda Cuil fue lanzado hizo su primera aparición con fuerza. Apodado como el “asesino de Google,” el sitio se acabó cayendo cuando sus servidores se colgaron y sus algoritmos empezaron a ofrecer resultados de búsqueda irrelevantes.

En la actualidad, la startup con sede en Menlo Park, California, espera poder orquestar una vuelta al escenario debido a que, en parte, será el primer motor que pase las peticiones de búsqueda a través de las redes sociales de los usuarios para generar resultados enriquecidos a nivel social como acompañamiento de los resultados normales. Si, por ejemplo, un usuario busca la banda Green Day—y si le ha dado permiso a Cuil para acceder su cuenta de Facebook o cualquier otra cuenta en una red social—verá en pantalla una caja especial al lado de los resultados, mostrando a aquellas personas en su red a la que les gusta Green Day u otra banda similar. Esta característica se espera que empiece a funcionar a finales de agosto.

“Estamos intentado utilizar la información localizada en las redes sociales de los usuarios para así mejorar los resultados de búsqueda. Esto es parecido a lo que Amazon o eBay hacen en la actualidad: ‘A la gente que compró este libro, también le gusto este otro,’ ” afirma Seval Oz Ozveren, vicepresidente de desarrollo financiero y de negocios en Cuil. “Creo que se habla mucho acerca de esta idea de la búsqueda social, pero nadie ha hecho realmente nada al respecto hasta la fecha.”

Por supuesto, hay muchas redes sociales que ya permiten a sus usuarios hacer búsquedas dentro de sus redes. Y también existen otros motores de búsqueda que están intentando expandirse hacia las redes sociales. Una compañía de búsquedas llamada Worio, por ejemplo, ofrece una aplicación de Facebook que genera recomendaciones de vínculos web, de forma similar a los resultados de búsqueda, basándose en el análisis de las noticias y otro tipo de información procedente de la red social del usuario. Si varios de tus amigos viven en Miami o hablan de esa ciudad, por ejemplo, Worio puede proveer vínculos locales de Miami. El tipo de incursión de Cuil en este campo será diferente: ofrecerá los resultados relativos a las redes sociales de forma paralela a los resultados generales.

No está para nada claro si Cuil tiene muchas probabilidades de acabar con cualquier tipo de competidor sólo por el mero hecho de incluir las búsquedas sociales, afirma Dan Weld, científico informático e investigador de búsquedas en la Universidad de Washington. Sin embargo, afirma, es un hecho establecido que las páginas web asociadas a usuarios de confianza dentro de las redes sociales de la gente tienen un mayor grado de probabilidades de ser consideradas como webs de relevancia.

“Las estadísticas muestran que la gente, especialmente la gente joven, está mucho más dispuesta a hacer clic en una URL si la ven en un blog o en un Tweet de alguien en quien confíen. Esto tiene un claro impacto en el marketing por internet y está llevando a una serie de compañías a desarrollar herramientas para hacer un seguimiento de estos usuarios tan influyentes a nivel social, y enfocar las estrategias de marketing hacia ellos,” afirma. “Sin embargo, algo que no tengo del todo claro es que todo esto vaya a servir de ayuda a las búsquedas.”

Con 33 millones de dólares de capital riesgo, Cuil fue fundada por el científico informático de Stanford Tom Costello y un par de ex alumnos de Google: Anna Patterson y Russell Power. Su núcleo afirma que es capaz de buscar en más páginas web que nadie—tres veces más que Google. Sin embargo, esto no se ha traducido aún en un grado de popularidad comparable.

Para poder diferenciarse aún más, Cuil ha empezado recientemente  ofrecer otros tipos de categorías especiales de resultados de búsqueda al margen de los principales. En marzo introdujo una “línea del tiempo”—una caja en la parte derecha de la página con resultados de búsqueda expresados en función de la relevancia de la fecha. Una búsqueda de la “Gran Depresión,” por ejemplo, hace que aparezca una caja con un listado de eventos fechados a finales de los años 20 y 30—desde varias leyes del Congreso hasta el ascenso del Nazismo—obtenidos de páginas en las que se incluye la fecha. (Google tiene un prototipo de herramienta de búsqueda con línea del tiempo que se puede ajustar a medida; da como resultado una serie de vínculos a noticias, desde contenidos de Wikipedia a otras fuentes.)

En junio, Cuil también lanzó su “línea de mapa”—resultados de búsqueda colocados en un mapa, y no sólo para búsquedas geográficas obvias como “pizzerías en Palo Alto.” Por ejemplo, si se busca la “Gran Depresión” se obtienen una serie de pins sobre un mapa del mundo; si se pasa el ratón por estos pins (la mayoría de los cuales está en Norteamérica) se pueden ver vínculos a páginas que, por ejemplo, describen los desastres acaecidos con las cosechas en Saskatchewan durante la era de la Depresión, y los proyectos de obras públicas en Oregón durante los años 30.

Sin embargo, la cuestión sigue siendo si alguna de estas características logrará resucitar a Cuil. Según la firma de análisis Compete, poco después de su lanzamiento el 28 de julio de 2008, Cuil tenía 2 millones de visitantes—una cifra que se redujo a 130.000 en febrero y ha permanecido plana desde entonces. No obstante, Ozveren no está de acuerdo para nada con esas cifras. Afirma que el tráfico de Cuil se ha venido duplicando cada seis semanas desde febrero, aunque no quiso ofrecer cifras alternativas.

Para explicar esta disparidad, Ozveren afirma que Compete no hace un seguimiento preciso de la actividad ‘hover-over’—mediante la que se obtiene una vista previa del resultado sin tener que hacer clic. La actividad ‘hover-over’ representa una porción cada vez mayor del tráfico de Cuil, afirma. Por otro lado, cuando se lanzó Cuil, esta web era el único motor de búsqueda que no hacía un seguimiento y guardaba las direcciones de protocolo de internet de los ordenadores de los usuarios. Ozveren argumenta que los usuarios de Cuil están más atentos a la privacidad que la mayoría de usuarios, y por tanto tienen menos tendencia a instalar la barra de análisis web de Compete.

Aún así, las cifras son mucho peores de lo que se anunció a bombo publicitario hace sólo un año.  La incursión en las búsquedas sociales es algo de lo que Cuil se está intentando recuperar.

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