Aunque los insectos biológicos dejan tres de sus patas en el suelo mientras caminan, resulta que los autómatas se desplazan un 35% más deprisa si solo mantienen dos de ellas en la superficie
Crédito: Cortesía de la Escuela Politécnica Federal de Lausana.
Tres patas están bien, pero dos patas, aún mejor. Al menos ese es el caso si lo que se está contando es el número de extremidades que un robot de seis patas debería dejar apoyadas en el suelo para desplazarse más rápido.
Los expertos en robótica tienden a inspirarse en las pistas de la naturaleza cuando se trata de estilos de andar, pero eso no significa que los movimientos de los animales sean necesariamente los más eficientes. La mayoría de los insectos dejan en tierra tres de sus seis patas mientras corretean, pero lo hacen para asegurarse de mantener suficiente fricción con una superficie al subir cuestas. Ahora, unos cálculos publicados en la revista Nature Communications por investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza) revelan que limitar a dos el número de patas que se dejan en el suelo acelera el movimiento sobre superficies planas.
Los investigadores pusieron a prueba esta idea con un robot inspirado en una mosca de la fruta. Y los resultados hablan por sí solos: en el vídeo, el robot de arriba deja tres patas en el suelo mientras que el robot inferior deja tan sólo dos. El segundo robot es un 35% más rápido. Así que si un insecto robótico le persigue en sueños, tenga en cuenta que ahora lo hará más deprisa.
(Para saber más: Nature Communications, DARPA’s Robot Challenge May Equip Robots to One Day Walk Among Us, El robot del futuro ya está aquí y sus impresionantes habilidades dan miedo)