Con 93.000 billones de cálculos por segundo, el país ya es líder indiscutible en la industria de la supercomputación y domina la clasificación de los 500 ordenadores más potentes
Un ordenador made in china llamado Sunway TaihuLight ha sido declarado como el superordenador más rápido del mundo.
Alojado en el Centro Nacional de Supercomuptación en Wuxi (China), TaihuLight es capaz de realizar 93.000 billones de cálculos por segundo. Eso lo hace tres veces más rápido que el anterior campeón, Tianhe-2 (también de china) que logra velocidades de 33.000 billones de cálculos por segundo.
TaihuLight emplea 41.000 chips, cada uno con 260 núcleos de procesador, para sumar el gran total de 10,65 millones de núcleos. También incorpora 1,3 petabytes de RAM, algo menos que el Tianhe-2. El nuevo rey de la computación también es más eficiente que su predecesor, al consumir 15,3 megavatios de energía frente a 17,8 megavatios.
Crédito: Netlib.org.
Esta noticia también propina dos fuertes golpes al dominio estadounidense sobre los superordenadores. Por un lado, es la primera vez que la mayoría de los mejores 500 superordenadores del mundo son chinos en lugar de estadounidenses. China ahora dispone de 167 sistemas dentro de esa clasificación, mientras que Estados Unidos tiene 165. Ningún otro país consigue realmente con cualquiera de estas dos naciones: el tercero de la lista es Japón, con 29 sistemas.
Pero más llamativo aún es el hecho de que TaihuLight no depende de hardware occidental. En el pasado, los superordenadores más rápidos del mundo fueron desarrollados con chips diseñados en Estados Unidos, con hardware de Intel o International Business Machines, o si no con silicio fabricado bajo licencia de Sun Microsystems. TaihuLight, sin embargo, emplea procesadores hechos en China.
De hecho, el superordenador fue financiado por el programa 863 de China, al que a veces se denomina como el Plan Estatal para el Desarrollo de Alta Tecnología. El programa fue establecido en 1986 por el Gobierno de la República Popular de China con la intención de impulsar el crecimiento de los sectores nacionales de tecnología y librar a China de su dependencia del hardware procedente del extranjero.
Hasta ahora, el negocio de los chips de China se había quedado rezagado respecto al de Estados Unidos y muy, muy por detrás de los de Japón y Corea del Sur. Pero en marzo, el país anunció que invertiría 24.000 millones de dólares (unos 21.170 millones de euros) en su industria autóctona de semiconductores. El fabricante estatal de chips XMC ya está construyendo unas instalaciones que fabricarán chips de memoria flash NAND y de DRAM, la primera de las cuales tiene prevista entrar en operación en 2017.
Y sus ambiciones de superordenador parecen estar ralentizandose. Este año, unos funcionarios chinos afirmaron tener planes de construir una máquina capaz de realizar al menos un trillón de operaciones por segundo para 2020, 10 veces la velocidad de TaihuLight.
(Para saber más: Bloomberg, Wall Street Journal)