Casi un tercio de los proyectos seleccionados en la segunda convocatoria de la aceleradora europea proceden de España
Foto: Momento de la entrega del reconocimiento a una de las empresas españolas. Crédito: J.C. Sánchez.
España demostró ayer que su ecosistema innovador no tiene nada que envidiar al del resto de Europa. Al menos, en lo que a tecnologías limpias se refiere, tal y como revelan los nueve proyectos españoles seleccionados para integrar el segundo programa de aceleración de INCENSe (siglas en inglés de Internet Cleantech ENablers Spark). En esta convocatoria, la aceleradora ha premiado a un total de 28 proyectos, de los que casi un tercio tiene sello español.
Todos ellos, además, podrán recibir una financiación de hasta 150.000 euros cada uno, pero ningún otro país ha logrado subir al podio a tantas empresas como España. En segundo lugar está Italia, con siete proyectos seleccionados, que ejerció como sede del evento de premiación celebrado en Roma.
Las 28 empresas procedentes de 11 países han sido seleccionadas entre 257 candidaturas de Europa e Israel, que fueron evaluadas por un panel de expertos independientes. Sus proyectos abarcan desde la supervisión y control de parques eólicos mediante drones hasta la depuración de agua mediante depósitos subterráneos, la eficiencia energética en edificios públicos y el desarrollo de nuevas formas de transporte como una escúter eléctrica.
El evento contó con todos los ingredientes habituales de un encuentro de emprendedores: premios a ritmo de Eye of the tiger, charlas sobre sueños y también fracasos, destacado durante todo el evento como uno de los ingredientes esenciales del éxito dentro de la filosofía que busca promover INCENSe, integrado por Enel, coordinadora del proyecto, su filial española Endesa, Accelerace y Fundingbox.
Entre las empresas españolas seleccionadas hay tanto compañías consolidadas como start-ups de nueva creación. Una de ellas es Albufera Energy Storage, que con su proyecto Smart Alair, está desarrollando un nuevo tipo de batería recargable basada en aluminio en vez del litio tradicional. La empresa asegura que su enfoque podría mejorar la capacidad de las baterías hasta cinco veces, además de facilitar el reciclaje y reducir la toxicidad.
La empresa planea abrir una fábrica en 2017. Su director de Innovación y Desarrollo, Patricio Peral, afirma: "Tenemos la tecnología, pero estamos en la fase de escalarlo, de llevarlo al mercado y de ser capaces de que eso funcione en mercado. Esperamos que esto nos pueda acelerar".
Junto a esta joven empresa se sitúan otras con años de experiencia, como ISOTROL. Esta compañía ha sido premiada por su proyecto llamado Engie para la gestión de activos renovables en diferentes localizaciones desde una misma plataforma. El sector de la inspección también ha tenido su presencia con HelioXcan, un proyecto de la empresa malagueña Aeorum para la gestión y supervisión de plantas fotovoltaicas y eólicas mediante el uso de drones y un sistema propio basado en el aprendizaje de máquinas y la inteligencia artificial. Su CEO, Jesús García, afirma: "Nuestro verdadero valor añadido es la métrica, la información que podemos generar a partir de los vuelos".
El poder del big data
Un vistazo a los proyectos ganadores revela que la mayoría se centran en la monitorización y el trabajo con datos, una de las líneas de negocio que las eléctricas están empezando a explorar. El director de Innovación y Sostenibilidad del grupo Enel, Ernesto Ciorra, lo confirma durante una conversación previa al evento: "Es cierto, estamos buscando compañías que nos puedan ayudar a monetizar los datos que tenemos, pero no es nuestro único interés".
Para Ciorra, el programa INCENSe no pretende apropiarse de las ideas seleccionadas, sino dar libertad a las empresas y dejarlas hacer. Aspecto que vincula con la decisión de no canjear la financiación por participación en el accionariado de las empresas ganadoras.
INCENSe, que forma parte del programa FIWARE Accelerate promovido por la Comisión Europea para el desarrollo de nuevas tecnologías y proyectos en torno a una plataforma tecnológica abierta, suma así estas empresas a las 14 que ya fueron seleccionadas en la primera convocatoria celebrada en 2015 y cuya incubación acaba de terminar.
El proyecto ha contado en total con cerca de ocho millones de euros de financiación, de los cuales la Comisión Europea aporta más de la mitad y el resto los socios que forman INCENSe. Una cifra importante tanto de entes públicos como privados, pero relevante sobre todo en un sector donde el trabajo con elementos como los materiales incrementa notablemente los costes de innovar. En opinión de Ciorra, "el futuro de la energía pasa por la disrupción". El responsable concluye: "Ha ocurrido en otros sectores y también pasará en este".