Una documentalista cree que una experiencia inmersiva podría lograr una impresión más duradera en el público
Foto: La cineasta Nonny de la Peña lleva un auricular de realidad virtual con luces para ayudar a hacer un seguimiento del movimiento.
La adquisición por parte de Facebook de Oculus VR en marzo de 2014 por 4.000 millones de dólares (2.900 millones de euros) ha generado un resurgimiento del interés general por la realidad virtual (RV), casi 30 años después de que la tecnología entrara por primera vez en la conciencia pública. Y aunque el foco inicial de Oculus VR han sido los videojuegos, el director general de Facebook, Mark Zuckerberg, ha descrito el hardware como "la próxima gran plataforma de computación después del móvil".
Nonny de la Peña está de acuerdo con esa afirmación. La veterana periodista, excorresponsal de Newsweek y colaboradora habitual del New York Times, ha pasado los últimos siete años tratando de demostrar que la RV cambiará el periodismo. Sus esfuerzos demuestran que la realidad virtual puede ofrecer una novedosa y convincente forma de comunicar e informar, pero también revelan algunos de los desafíos involucrados en la recreación de eventos reales en un entorno simulado.
De la Peña ha hecho varias películas documentales de realidad virtual inmersiva, entre ellas Proyecto Siria, sobre los niños refugiados en Siria y encargada por el Foro Económico Mundial, y Hambre en Los Ángeles (EEUU), una cinta sobre el acceso a los bancos de alimentos en EEUU que se estrenó en el Festival de Cine de Sundance (EEUU) en enero de 2012.
De la Peña explica: "Empiezo con vídeo, audio y fotografías de testigos presenciales y luego reconstruyo cuidadosamente un evento con animaciones, modelos de entorno y paisajes sonoros espaciales de alta gama para crear una experiencia en primera persona de los acontecimientos".
Los espectadores llevan gafas de realidad virtual con un amplio campo de visión y son capaces de caminar libremente por el medio ambiente, que se representa en 3D. Son libres de elegir qué ver y a dónde ir, pero no pueden cambiar la naturaleza lineal de la narración no ficcionada.
Para De la Peña este enfoque inmersivo aumenta y altera la comprensión humana y las emociones acerca de la noticia. Se sintió atraída por el medio la primera vez que probó una experiencia de realidad virtual en Barcelona. "Supe que nunca podría volver a los medios de comunicación tradicionales como el cine o el texto para contar historias", afirma. "La intensidad de la experiencia es tan única que pasé a usarla de forma permanente para contar historias importantes de ese modo".
De la Peña es excompañera de clase del creador de Oculus Rift, Palmer Luckey (ver "TR10: Oculus Rift"). En 2012, la pareja estudió con el investigador que dirige el Laboratorio de Realidad Mezclada del Instituto de Tecnologías Creativas en la Universidad de California del Sur (EEUU), Mark Bolas. Hambre en Los Ángeles fue de hecho creada con la ayuda de Luckey y otros estudiantes.
De la Peña describe su trabajo como "periodismo de inmersión". Aunque el trabajo es más difícil que con la información tradicional, puesto que hay que gestionar equipos de animadores, diseñadores de personajes, modeladores 3D y diseñadores de sonido, insiste en que el medio se basa en las mismas habilidades y esfuerzos necesarios para hacer un periodismo de solidez. "Para que estas piezas funcionen es necesario contar con material original capturado de hechos reales", asegura, "y eso siempre lleva mucho tiempo y esfuerzo tanto si utilizas plataformas tradicionales de noticias o realidad virtual".
El periodismo de inmersión está sujeto a las mismas preocupaciones éticas que afrontan los periodistas que trabajan en medios de comunicación convencionales. "Los periodistas tenemos que asegurarnos de que se aplican las mejores prácticas periodísticas en la fabricación de estas piezas, y de que el público aprende a acercarse a la RV utilizando un pensamiento crítico", señala De la Peña.
A pesar de las similitudes en la diligencia y el proceso, ha experimentado el rechazo de algunos sectores, entre ellos colegas que creen que el periodismo no debería experimentarse en una plataforma que, al menos hasta la fecha, está tan estrechamente relacionada con los videojuegos. Pero es aquí donde De la Peña repite las palabras de Zuckerberg y afirma que la RV podría ser mucho más que una plataforma para el entretenimiento interactivo. "La disminución de la lectura de periódicos y el auge de los videojuegos en la cultura han suavizado la actitud hacia el periodismo de inmersión y la posibilidad de utilizar plataformas de realidad virtual para llegar a nuevos públicos. Las ideas de las que he sido pionera y las técnicas que hemos empleado parecen estar ganando una amplia aceptación".
Aunque la RV aún no ha cobrado un impulso significativo, De la Peña ha observado un marcado incremento en el interés por su trabajo. "Durante muchos años me he sentido un poco sola. Era una de las pocas periodistas que construían noticias inmersivas de esta forma", asegura. "Ahora que hay interés, es emocionante ver cómo otros se unen a mi campo".
Recientemente, De la Peña ha recibido fondos para producir una serie de piezas nuevas, tanto de estilo documental como narraciones de ficción inmersiva. "Después de tantos años luchando porque estas ideas fueran de interés, me sorprendente lo rápido que se mueven las cosas ahora".