Cambio Climático
Una "tormenta perfecta" de rechazo y poca experiencia sacude a la energía nuclear
A Occidente le está costando mucho construir versiones avanzadas de reactores que lograrían que las nucleares fueran más seguras y eficientes. En China, al contrario, van viento en popa
Foto: La central nuclear Tricastin en Francia utiliza reactores de agua a presión de generación II. Crédito: Philippe Desmaze (Getty Images).
A los nuevos reactores nucleares más seguros y sencillos les está resultando complicado hacerse realidad, al menos en algunos países.
Bloomberg informa de que a la industria nuclear le está costando construir instalaciones de generación eléctrica basadas en reactores de fisión de uranio con agua presurizada de la nueva generación III+. Mientras que los reactores de generación III llevan utilizándose desde 1996, se supone que las versiones "plus" incorporan prestaciones adicionales de seguridad y requieren menos trabajo de los operadores humanos.
El problema es que su construcción está resultando complicada. Proyectos en Francia, Finlandia y Estados Unidos acumulan retrasos y ya han excedido sus presupuestos. Y proyectos recién acordados, como el de Hinkley Point en Reino Unido, están tomando una forma increíblemente cara.
¿Qué pasa? En declaraciones a Bloomberg, el antiguo oficial de la Comisión Regulatoria Nuclear de Estados Unidos Lake Barrett explicó: "Los sobrecostes están aumentando por una tormenta casi perfecta creada por el rechazo social al riesgo, que se traduce en regulaciones ultrarrestrictivas, por las edificaciones complejas y por la falta de experiencia en la construcción nuclear dentro de la industria".
Mientras tanto, los esfuerzos de China para convertirse en la industria de energía nuclear más grande del mundo parecen ir bien encaminados. Como hemos señalado en el pasado, el país está construyendo nuevos reactores convencionales además de invertir en labores de I+D para construir tipos más exóticos de hardware de próxima generación, como reactores nucleares de sales fundidas y torio, reactores de muy alta temperatura enfriados por gas y reactores rápidos enfriados por sodio.
El verano pasado, el Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE, por sus siglas en inglés) anunció que destinaría unos 73 millones de euros en financiación I+D para reactores nucleares avanzados. No es mucho, pero sí señala que la I+D se estaba tomando en serio. La llegada de un nuevo presidente a la Casa Blanca podría suponer grandes recortes en la financiación de investigaciones del DOE, por lo que la promesa de progresos futuros en nuevos reactores nucleares en Estados Unidos es, como mínimo, incierta.
(Para saber más: Bloomberg, The U.K. Finally Commits to Building Its Huge New Nuclear Plant, Viaje al futuro de la energía nuclear: limpia, barata y a prueba de fallos,U.S. Government Wants to Jump-Start Next-Generation Nuclear Reactors)