Sus consecuencias no solo serán sociales. La obra podría afectar negativamente a 111 especies amenazadas, aunque si también aumenta el precio de la gasolina, la gente tal vez conduzca menos
Crédito: Guillermo Arias (Getty Images).
El muro fronterizo de Donald Trump no tiene sentido desde un punto de vista financiero. Pero también tendrá consecuencias desastrosas en términos medioambientales.
Ya hemos demostrado que la construcción del muro podría costar cerca de 40.000 millones de euros. Pero los materiales requeridos para construirlo también perjudicarán el medio ambiente. Un muro de 1.600 kilómetros de largo, 15 metros de alto y otros 4,5 metros enterrados bajo tierra y de unos 30 centímetros de ancho requeriría 9,7 millones de metros cúbicos de hormigón y 2.300 millones de kilogramos de acero (probablemente estadounidense).
Según cifras del Instituto de Energías Sostenibles y el Medio Ambiente de la Universidad de Bath (Reino Unido), cada metro cúbico de hormigón vertido genera alrededor de 380 kilogramos de emisiones de dióxido de carbono. Así que el hormigón del muro podría producir hasta 3,7 millones toneladas de CO2. (Parte de esa cantidad en realidad sería absorbida por el hormigón con el paso del tiempo, pero sólo lentamente).
En función de la calidad del metal reciclado que contenga, un kilogramo de acero incluye alrededor de 1,8 kilogramos de emisiones de dióxido de carbono. Eso significa que el acero supondrá otras 4,1 millones de toneladas métricas de CO2.
En total, el muro sumará 7,8 millones de toneladas de dióxido de carbono.
Para dar un poco de contexto, es la misma cantidad de emisiones que generan 823.654 hogares estadounidenses a lo largo de un año. Y es un cálculo conservador: las labores de mantenimiento continuas, la redirección del tráfico y otras consecuencias no previstas podrían hacer que esa cifra aumente mucho más.
El muro también presenta una gran amenaza ecológica. Como señala Motherboard, un informe del Servicio de Pesca y Fauna Silvestre de Estados Unidos publicado el año pasado informa de que su construcción podría tener un impacto negativo en "111 especies en peligro de extinción, 108 especies de pájaros migratorios, cuatro refugios de animales silvestres y piscifactorías y un número desconocido de humedales protegidos".
El muro sí podría ofrecer alguna ventaja medioambiental, pero a costa de algo que podría no sentar muy bien al presidente. Una propuesta para financiar la estructura consiste en aplicar un impuesto a las importaciones de México. Pero según Bloomberg, un impuesto de importación del 20% sobre el crudo mexicano podría elevar el precio de la gasolina en Estados Unidos en unos 28 céntimos de euro por litro. Cuando sube el precio de la gasolina, la gente conduce menos, por lo que en teoría el muro podría dar paso a menos emisiones de carbono procedentes del transporte.
Pero dados los daños asociados a la construcción del muro, llevar a cabo el proyecto sería una irresponsabilidad. Hablando con la revista Scientific American, el director de diseño cívico del Consejo Artístico de Nueva Orleans (EEUU), Bryan Lee Jr., resumió la situación así: "La energía incorporada en los miles y miles de kilómetros del muro es una locura e inútil a muchos niveles. La energía necesaria para la creación es una cosa... pero también la energía necesaria desde una perspectiva social".
(Para saber más: Scientific American, Bloomberg, Motherboard, El muro de Trump costará más de lo que dice y ayudará menos de lo que promete, El cemento se convierte en una esponja de sus propios gases de efecto invernadero)