Sense se alza como el medidor más preciso del consumo energético en el hogar, capaz de detectar hasta los aparatos de menor voltaje, algo que resultará esencial para fomentar el ahorro
¿Se está abriendo la puerta de su garaje ahora mismo? ¿Está en marcha su lavadora? Cada vez más productos intentan informar a los consumidores sobre el consumo energético de sus dispositivos domésticos. Estos datos son cruciales para potenciar la eficiencia energética y en el hogar y los programas de ahorro.
Foto: La unidad Sense incluye dos sensores de bucle de inducción que se colocan sobre la línea principal de suministro, una caja para realizar el análisis inicial de los datos y una antena para enviar datos hasta una unidad doméstica de wifi y a la nube. Crédito: Sense.
Pero Sense, una start-up de Cambridge (EEUU), es la primera empresa que ofrece un producto que hace un millón de lecturas por segundo sobre el nivel de energía entrante. Este volumen de lecturas delata qué electrodomésticos, incluso los de bajo voltaje, están funcionando en tiempo real. "Es el intento más vanguardista que he visto en este sector", afirma el vicepresidente de SBW, una consultoría de eficiencia energética radicada en Seattle (EEUU), Michael Baker.
Sense afirma poder desglosar el uso energético doméstico con una precisión del 80%. Puede detectar un microondas gracias a su consumo energético específico durante el uso y el arranque, y reconocer una lavadora a patir del ligero aumento de consumo del motor cuando se llena el tanque de agua. Al identificar los mecanismos de puertas de garaje, tostadoras, microondas, lavadoras, calentadores y neveras, los visualiza en una app en forma de muro y con una serie de burbujas etiquetadas.
Sense fue fundada por unos veteranos del reconocimiento de voz cuya tecnología fue incorporada al S-Voice de Samsung y Siri de Apple. El aparato consiste en una caja del tamaño de una funda de gafas que se instala dentro de, o al lado de, un cuadro eléctrico. Dos sensores de corriente inductiva detectan la corriente, y dos cables alimentan la caja y detectan el voltaje. La caja realiza algo de procesamiento integrado y después emplea wifi para enviar los datos a la nube para un análisis más profundo de los datos y para agregarlos a los de otros usuarios para mejorar su precisión.
Foto: La unidad Sense, mostrada aquí instalada en un cuadro eléctrico convencional. Crédito: Sense.
Mientras que el modelo inicial de negocio de Sense está basado en la venta de este hardware por unos 270 euros, la jugada a largo plazo reside en los datos. Sense retendrá los derechos sobre los datos, y algún día espera poder generar recomendaciones personalizadas. También espera vender datos anonimizados y patrones de uso a empresas de energía y seguros..
Green Mountain Power, una energética que sirve a 260.000 consumidores en el estado de Vermont (EEUU), tiene planes de realizar una prueba piloto de la tecnología en los hogares de sus clientes de una ciudad. El objetivo: lograr captar el interés de los consumidores residenciales por monitorizar el uso energético doméstico. Ese sería el primer paso necesario para lograr que apagaguen los equipos en momentos de demanda máxima o gestionen mejor su consumo doméstico con la generación residencial de energías solares (otro punto de datos que Sense puede rastrear).
La compañía ya dispone de contadores inteligentes que recopilan datos a intervalos de entre ocho y 12 segundos y los muestra en un gráfico dentro de la app. Pero el director de Desarrollo de Software de la compañía, Todd LaMothe, explica: "Hemos descubierto que los datos a esta resolución no son demasiado interesantes. Nos sorprendimos gratamente con la calidad del desglose de electrodomésticos y de la visualización de los datos dentro de la app de Sense. Tu casa interactúa contigo, te cuenta lo que hace. Esa es la próxima generación que estamos buscando". (Sense no requiere de contadores inteligentes ni de ninguna otra tecnología avanzada en el hogar, salvo una conexión de wifi).
Foto: La 'app' de Sense visualiza los datos en tiempo real como burbujas que contienen el nombre del dispositivo. Un muro describe los eventos del día e incluirá recomendaciones para la conservación energética. Crédito: Sense.
Existen varios sistemas de consumo para monitorizar la energía doméstica, pero generalmente son de baja resolución y sólo consideran el consumo doméstico global. Navetas permite rastrear el consumo de electricidad en tiempo real, analizar tendencia y fijar objetivos, pero no desglosa las fuentes de la carga. Bidgely da servicio a energéticas que han instalado contadores inteligentes. Al coger un muestreo de los datos del contador cada pocos segundos, puede divisar tendencias o importantes eventos anómalos, como una gran carga nocturna que sugiera que se haya dejado encencido un eléctrodoméstico como un horno eléctrico. Otra start-up, Neurio, está desarrollando un sistema similar pero sólo puede ver dispositivos de voltaje alto.
Cuantos más electrodomésticos de consumo se vayan conectando a internet, Sense podrá gobernar las interacciones con ellos. "La inteligencia del hogar empieza con buenos datos acerca de lo que sucede, así que ese es nuestro enfoque actual, desarrollar esos datos", explica el CEO y cofundador de Sense, Michael Phillips, que hace una década cofundó Vlingo, una start-up de reconocimiento de voz que desarrolló sistemas de reconocimiento de voz para móviles y asistentes virtuales. Phillips añade: "Hasta ahora, nadie ha podido lograr que funcione esto, porque el mundo real presenta más retos de lo que nadie esperaba".
Puede psar un mes antes de la Sense sea capaz de entender exactamente qué está pasando con el consumo energético de una vivienda. Lo probé en mi casa durante una semana. Hasta ahora, ha identificado mi nevera, lavadora y secadora. Me sorprendí al observar un enorme pico en la demanda durante determinados momentos en los que funcionaba mi lavavajillas. Así aprendí que se requiere 1.200 vatios sólo para calentar el agua dentro de los lavavajillas. También observé que mi vivienda nunca consume menos de 64 vatios, debido a los dispositivos "siempre encendidos" como los routers.
Me encontré encendiendo y apagando cosas para observar qué habían consumido. Rápidamente me di cuenta de que mi ventilador del ático de décadas de antigüedad estaba consumiendo 500 vatios. Ya tengo planes de deshacerme de él e instalar en su lugar una rejilla de ventilación para que la convección haga el mismo trabajo.