Un nuevo estudio sugiere que su precio ha bajado tanto que estos vehículos podrán ser competitivos y asequibles dentro de poco
Los coches eléctricos podrían parecer un lujo que sólo los ricos se pueden permitir, pero un nuevo análisis sugiere que podrían estar cerca de competir con los coches de gasolina (o incluso superarlos) en cuanto a precio.
El verdadero coste de las baterías de ión-litio en los coches eléctricos es un secreto muy bien guardado por los fabricantes. Y las estimaciones de los costes varían muchísimo, por lo que es difícil determinar hasta cuánto tienen que bajar antes de que los vehículos eléctricos de gran alcance puedan ser asequibles para la mayoría de los compradores. Sin embargo, un estudio revisado por expertos de más de 80 estimaciones reportadas entre 2007 y 2014 determinó que los costes de los paquetes de baterías son "mucho menores" de lo que generalmente asumen los analistas de política energética.
Los autores del nuevo estudio llegaron a la conclusión de que los paquetes de baterías usados por los principales fabricantes de coches eléctricos en el mercado, como Tesla y Nissan, costaban en 2014 hasta tan solo 300 dólares (273 euros) por kilovatio-hora de energía. Esta cifra es más baja que las proyecciones publicadas más optimistas para el año 2015, y está incluso por debajo de la proyección media publicada para el año 2020. Los autores encontraron que las baterías podrían alcanzar los 230 dólares (210 euros) por kilovatio-hora en 2018.
Si fuera verdad, esto haría que los vehículos eléctricos superaran un umbral significativo. En función del precio de la gasolina, se espera que el precio de venta de un vehículo eléctrico atraiga a muchas más personas si sus costes de batería son entre 125 y 300 dólares (114 y 273 euros) por kilovatio-hora. Puesto que la batería constituye quizá entre una cuarta parte y la mitad del coste del vehículo, una batería sustancialmente más barata haría que el propio vehículo fuera significativamente más barato. Además, los fabricantes de automóviles podrían mantener los precios actuales pero ofrecer vehículos eléctricos con mucho más alcance.
El alcance será probablemente algo crucial para muchos compradores puesto que resulta mucho más barato "llenar" un vehículo eléctrico con electricidad. Cargar un coche con un alcance 480 kilómetros podría costar menos de nueve euros. Dada la disparidad de precios de la gasolina y la electricidad, los autores del estudio, Bjӧrn Nykvist y Måns Nilsson, becarios de investigación en el Instituto Ambiental de Estocolmo (Suecia), aseguran que si las baterías bajan hasta los 137 euros por kilovatio-hora podrían llevar a "un potencial cambio de paradigma en la tecnología de los vehículos".
El análisis sugiere que el coste de los paquetes usados por los principales fabricantes de vehículos eléctricos está bajando alrededor del 8% al año. Aunque Nykvist reconoce que "hay grandes incertidumbres", señala que es realista pensar que este ritmo de bajada podría continuar en los próximos años, gracias a las economías de escala que se crearían si grandes fabricantes como Nissan y Tesla siguieran con su planes para aumentar enormemente la producción. La velocidad a la que parece estar cayendo el coste es similar a la tasa que se observó con la tecnología de las baterías de hidruro metálico de níquel utilizadas en híbridos como el Toyota Prius, afirma.
Nykvist y Nilsson se basaron en estimaciones de varias fuentes: declaraciones públicas de fabricantes de vehículos eléctricos, publicaciones revisadas por expertos, informes de noticias (incluyendo MIT Technology Review), y la llamada literatura gris, o trabajos de investigación publicados por gobiernos, empresas y académicos.
El analista de energía de la Agencia Internacional de Energía, Luis Munuera, junto a un analista de política de transporte en la misma agencia, Pierpaolo Cazzola, advierten en un mail a MIT Technology Review que las reducciones de costes que se insinúan en el nuevo análisis "deben tomarse con cuidado", ya que las cifras de costes de batería de fuentes dispares no suelen poderse comparar directamente. Además, señalan que no está claro en qué grado se pueden extrapolar hacia el futuro las tendencias de reducción de costes de las tecnologías de energía. Aún así, admiten que "hemos visto que ciertas cosas han sucedido más rápido de lo esperado dentro de la tecnología de baterías de ión-litio".