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Cambio Climático

La financiación de empresas especializadas en baterías sugiere novedades en el sector

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Ambri recauda fondos para una fábrica de baterías a escala comercial con las que conseguir un almacenamiento de energía a bajo coste

  • por Martin Lamonica | traducido por Francisco Reyes
  • 06 Mayo, 2014

El progreso que está realizando la start-up de baterías Ambri sugiere que el mercado de almacenamiento de larga duración de energía de la red está finalmente tomando forma. Usar las tecnologías de batería actuales para almacenar energía eólica y solar resulta demasiado caro, pero el empleo de nuevos métodos podría hacerlo más asequible, y permitir un mayor uso de las energías renovables.

La compañía con sede en Cambridge (Massachusetts, EEUU), aseguró la semana pasada haber recaudado una ronda de serie C de 35 millones de dólares (25 millones de euros) para financiar la producción de baterías prototipo en una fábrica ya existente y la construcción de una planta a escala comercial. La compañía tiene la intención de hacer pruebas de campo de los prototipos este año y producir baterías de tamaño completo para clientes de pago para el año 2016.

Para Ambri, la inversión marca un cambio desde la demostración de la ciencia en que se basa la tecnología, una célula de batería que utiliza dos metales líquidos como electrodos y un electrolito de sal, a la ingeniería de un producto comercialmente viable (ver "Baterías gigantes para un nuevo tipo de red eléctrica"). También refleja una creciente confianza en que las compañías eléctricas y los desarrolladores de proyectos de energía renovable están dispuestos a invertir en nuevas tecnologías de almacenamiento de energía.

"La necesidad de un almacenamiento de mayor duración está empezando a materializarse", afirma el jefe de recursos energéticos distribuidos y consultoría en DNV GL Energy, Rick Fioravanti. "Son los fabricantes los que tienen que hacerlo posible".

Ambri es una entre varias empresas en busca de un gran avance técnico que baje el coste del almacenamiento de la energía en la red. Varias start-up, entre ellas Eos Energy Storage, Aquion y Sun Catalytix, han desarrollado nuevas composiciones químicas para batería que reducen los precios mediante el uso de materiales baratos y abundantes (ver "Una start-up desarrolla una batería para la red más barata").

El coste de producción es otro factor importante a la hora de reducir el precio en comparación con las tecnologías de batería tradicionales. El proceso de fabricación de Ambri es sencillo, y consiste en la colocación de discos de metal y material de electrolito de sal en una célula de acero inoxidable de cuatro pulgadas cuadradas. Esto hace que gran parte de la producción pueda ser automatizada, según señala el director de tecnología de la compañía, David Bradwell.

En su planta de fabricación ya existente en Marlboro (Massachusetts, EEUU), Ambri ensambla las células con robots utilizados normalmente en la industria automotriz. El mismo tipo de robot será empleado en la fábrica a escala completa de la empresa, que producirá 130 megavatios-hora de baterías al año, asegura Bradwell. "Esperamos alcanzar un coste de producción de casi un orden de magnitud por debajo de las baterías de ion-litio, en base a la elegancia de la célula", afirma.

Construir una nueva fábrica de baterías de ión-litio cuesta alrededor de 100 millones de dólares (72 millones de euros) y requiere procesos y maquinaria complejos, asegura el capitalista de riesgo en Khosla Ventures, Andrew Chung, que además es miembro de la junta de Ambri. La compaía espera poder comenzar la producción a volumen completo tras haber recaudado un poco más de 50 millones de dólares (36 millones de euros) hasta la fecha.

Con anterioridad, los ejecutivos de Ambri han señalado que su objetivo era un coste de batería muy por debajo de los 500 dólares (360 euros) por kilovatio-hora. A ese precio, el exceso de energía eólica podría ser almacenado de manera rentable por la noche para su venta durante el día, o podría ayudar a satisfacer la demanda de las compañías eléctricas durante las horas punta. Los prototipos comerciales a pequeña escala de la empresa, de alrededor de un metro cúbico de tamaño, se instalarán en varias localizaciones, entre ellas un parque eólico en Hawai y una base militar en Cape Cod (ambos en EEUU) que obtiene parte de su suministro eléctrico a partir de energía renovable almacenada.

La demanda de nuevas tecnologías de batería es especialmente fuerte en California y Nueva York (EEUU), que tienen programas para fomentar la instalación del almacenamiento de energía y mejorar la fiabilidad de la red. Sin embargo, Chung predice que muchas de las empresas que están evaluando nuevos productos fracasarán, al no alcanzar los objetivos de rendimiento o pasar dificultades económicas al no recibir capita de inversión. "Muchas de ellas ofrecen soluciones incrementales y no están produciendo mejoras en el precio", afirma.

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