Al fabricar una bombilla LED más barata, este recién llegado a la industria espera poder dominar el mercado de las alternativas de iluminación eficientes
Oportunidad: Impulsada, en parte, por nueva legislación sobre eficiencia energética, la iluminación LED empieza a sustituir tanto a las luces fluorescentes como a las incandescentes en todo tipo de aplicaciones, desde las lámparas de mesa a las farolas. La iluminación LED, que usa semiconductores para producir luz, presenta varios beneficios: es más eficiente, una bombilla dura muchos años, y se puede regular la intensidad. Es más, gracias a avances en la tecnología a lo largo de la última década, los LED producen una luz con una calidad razonable. Pero muchos consumidores y negocios se han mostrado reacios a pasarse a la nueva tecnología. En parte porque los primeros productos eran muy poco atractivos y porque las luces LED son más caras que las bombillas incandescentes, una tecnología que se creó en la época de Thomas Edison.
Innovación: Cree empezó como proveedor de componentes para otros fabricantes de LED. Sin embargo, hace dos años, insatisfechos con la calidad de las bombillas LED producidas por los fabricantes reconocidos, los ingenieros de Cree decidieron diseñar y producir sus propias bombillas. El año pasado Cree lanzó un producto de consumo con la forma reconocible y la calidad de luz de una antigua bombilla de filamento, con un precio de menos de 14 dólares (unos 10 euros) para el equivalente de una bombilla de 60 vatios. Las bombillas LED se vendían por más del doble de esa cantidad hace apenas unos años. La empresa ha empezado a vender sus bombillas en las tiendas de Home Depot.
La bombilla LED de Cree compite directamente con las de los gigantes de la iluminación como General Electric, Philips y Osram Sylvania. Pero ahora Cree vende bombillas LED por valor de unos 500 millones de dólares anuales (unos 365 millones de euros) y tiene casi el 10% del mercado en Norteamérica, según la consultora Carnotensis.
Dentro de cada bombilla está la fuente de la ventaja tecnológica de Cree: una serie de LED, cada uno del tamaño de la mitad de la goma de borrar de un lápiz. Cree los fabrica sobre obleas de carburo de silicio, lo que permite a la empresa producir más luz con un chip LED que sus competidores, que usan sustratos de zafiro. Pero al final los consumidores se mueven por el precio. Y Cree predice que será capaz de equiparar el precio de sus bombillas al de las tradicionales en un futuro no muy lejano.