A medida que el mercado solar ha ido cambiado, aquellas empresas que tenían la esperanza de competir con bajos costes de fabricación se han visto obligadas a repensar su estrategia.
La reciente decisión de GE de detener la construcción de la que hubiera sido la fábrica más grande de paneles solares de película delgada en Estados Unidos sugiere que las empresas de energía solar con nuevas tecnologías no pueden aspirar a entrar en el mercado simplemente por tener bajos costes de fabricación.
GE y docenas de otros fabricantes, incluyendo las ya desaparecidas start-ups Solyndra y Abound Solar, apostaron por la tecnología de película delgada (a pesar de que produce menos energía que los paneles convencionales de silicio) porque prometía ser más barata de fabricar. La única barrera, o así lo creyeron estas empresas, era ampliar la producción lo suficiente como para alcanzar las economías de escala adecuadas.
Sin embargo, el campo de la energía solar de película delgada no ha podido cumplir su promesa. El precio de los paneles solares de silicio ha caído y la eficiencia de los paneles se ha convertido en el factor más importante, como forma de ayudar a los fabricantes de energía solar a desmarcarse de la competencia, y como manera de reducir los costes generales de la energía solar, que incluyen los gastos de instalación.
GE señaló hace dos semanas que, tras haber analizado seriamente su tecnología solar de película delgada, ha decidido que no era lo suficientemente eficiente para competir. Por lo tanto va a poner en modo de espera su fábrica de Aurora, Colorado (EE.UU.), y va a devolver la tecnología al laboratorio hasta que sea mucho más eficiente. La decisión de GE podría disuadir a otros de seguir la misma estrategia.
"No se puede depender solo de la manufactura a bajo coste", indica Danielle Merfeld, directora de energías renovables en GE Power and Water. "También se necesitan paneles de alto rendimiento".
Incluso First Solar, que inspiró a General Electric y a otras empresas a apostar por la tecnología de película delgada, pasa por dificultades. First Solar llevó su tecnología al mercado en un momento de alta demanda, impulsada por subsidios en Alemania y en otros lugares, lo que le permitió cobrar precios altos y aumentar la escala de la producción.
First Solar se convirtió en uno de los fabricantes de paneles solares más grandes del mundo y todavía tiene costes más bajos que sus competidores. Se hizo pública a finales de 2006 y en dos años el precio de las acciones se multiplicó por diez. Pero como consecuencia de la caída de los precios de las solares, sus acciones también han caído vertiginosamente a casi la mitad del precio que tenían cuando la compañía salió a bolsa.
La situación está empeorando: algunos fabricantes de tecnología solar convencional de silicio están tratando de diferenciarse ofreciendo mayor eficiencia en los paneles, elevando el listón de las tecnologías de película delgada y de otra índole.
GE sigue creyendo que un mejor conocimiento de los materiales y otros avances podrían mejorar la eficiencia de sus paneles solares de película delgada de manera significativa, desde alrededor del 13 por ciento a más del 15, una cifra por encima de la media de los paneles solares de silicio. Se ha dado a sí misma 18 meses para lograr este objetivo, teniendo en cuenta que las empresas actuales están mejorando rápidamente la eficiencia de sus propios paneles.
Algunas start-ups solares están intentando estrategias diferentes. Un enfoque prometedor, llevado a cabo por Alta Devices, es crear células solares de película delgada de un tipo mucho más eficiente que las de silicio, aunque eso dependerá del desarrollo de un medio de fabricación más barato. Otra opción es ofrecer tecnología que aumente los paneles convencionales de silicio, una estrategia adoptada por Innovalight (ahora parte de DuPont) y Twin Creeks Technologies.