El secreto está en usar la tecnología existente.
Después de toda una serie de quiebras, pésimas cuentas de resultados y salidas a bolsa canceladas entre las empresas de energías limpias, esta semana Solarcity se ha rebelado contra esa tendencia al anunciar que ha presentado la documentación necesaria a la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos para hacer una Oferta Pública de Venta (OPV).
La diferencia clave entre Solarcity y muchas otras start-ups de energías limpias es que no intenta obtener beneficios gracias a nuevas tecnologías. Solarcity gana dinero instalando la tecnología solar existente con un novedoso enfoque respecto a la financiación.
Solarcity diseña, instala y mantiene sistemas de energía solar adaptados a las casas particulares. En vez de pedir el pago de una suma importante por adelantado, arrienda los sistemas. Cuando los paneles producen energía, la electricidad extra que producen se revende a la compañía eléctrica local. El ahorro derivado de usar una cantidad menor de electricidad proveniente de la red eléctrica se combina con esta reventa de electricidad para recortar la factura eléctrica del propietario en una cantidad suficiente como para que éste pueda hacer frente a los pagos del arrendamiento.
Ayudado en parte por un rápido descenso de los precios de los paneles solares en los últimos años, este enfoque ha resultado ser un éxito. El año pasado, un mercado inundado por paneles solares baratos provenientes de Asia asistió a una caída de los precios de más del 50 por ciento. Esto ha hecho desaparecer los beneficios para numerosos fabricantes de paneles solares, obligando a algunos, entre ellos unos cuantos en China, a declararse en quiebra o a abandonar el negocio. Pero instalar paneles solares sigue siendo un negocio lucrativo cuando cae su precio, lo que es positivo para la cuenta de resultados de Solarcity.
La solicitud presentada por la empresa a la Comisión no es pública, así que aún no se conoce la situación financiera de la misma. Un análisis reciente hecho por GTM Research sugiere que su cuota de mercado ha estado creciendo rápidamente, quedándose con un 6 por ciento de las instalaciones del mercado doméstico en 2010 y un 13 por ciento en 2011, “lo que representa más del doble que el siguiente en la lista”, afirma Shayle Kann, director gerente de energía solar en GTM Research.
Hay otras start-ups de energía que han adoptado hace poco la estrategia de trabajar con empresas que fabrican tecnología convencional, en vez de intentar competir con ellas. Innovalight, adquirida hace poco por Dupont, pensaba fabricar al principio sus propias células solares usando una novedosa tinta de silicio. Pero al enfrentarse a una fuerte competencia por parte de los fabricantes chinos de paneles solares de silicio convencionales, descubrió una nueva aplicación para su tinta: añadidas a los paneles solares convencionales, esta mejora la eficacia de los mismos. Así que ahora se dedica a vender su tinta a los fabricantes de paneles. Existen otras empresas dedicadas a desarrollar tecnologías que encajan a la perfección con los procesos de fabricación de los paneles existentes. Por ejemplo, Twin Creeks Technologies y 1366 Technologies están desarrollando mejores formas de fabricar las obleas de silicio que son la base de una célula fotoeléctrica convencional.
La mayor parte del dinero que se está moviendo en la industria solar no proviene de la fabricación y venta de los paneles solares. En el caso de algunas instalaciones domésticas pequeñas, estos solo representan un 20 por ciento del coste total del sistema. El resto incluye el coste de mano de obra de la instalación de los paneles y la instalación eléctrica necesaria para conectar los sistemas a la red. La mayor parte de ese dinero va a empresas como Solarcity. De hecho, algunos fabricantes de paneles solares consolidados de Estados Unidos como SunPower y First Solar intentan sobrevivir no solo vendiendo paneles, sino construyendo los sistemas y vendiendo la energía eléctrica.
Solarcity busca formas de ampliar el mercado para las tecnologías existentes, principalmente los paneles solares, pero también equipos para mejorar la eficacia y almacenar electricidad. También aborda uno de los grandes retos a la hora de vender sistemas de paneles solares a usuarios particulares, el gran desembolso inicial, lo que le ha permitido aumentar rápidamente su cuota de mercado en la instalación doméstica.
Además, la empresa es innovadora. Ha desarrollado nuevas herramientas informáticas de gestión que le permiten manejar miles de proyectos de instalación únicos y la inmensa variedad de requisitos legales, que varían de estado en estado, de condado en condado y de ciudad en ciudad.
Y, lo que es crucial, Solarcity garantiza el rendimiento del sistema de paneles solares, para que los propietarios de las casas puedan estar seguros de que ahorrarán dinero y tiene un programa parecido para las instalaciones comerciales. Solarcity se puede permitir garantizar el rendimiento porque diseña el sistema específico y tiene información sobre cómo rinden instalaciones parecidas. También hace un seguimiento del funcionamiento de los paneles solares y envía equipos de mantenimiento para que los reparen y no dejen de funcionar.
Como es el principal instalador de energía solar doméstica en Estados Unidos la escala de Solarcity le da cierta ventaja, pero el éxito no está garantizado. Para empezar, aunque no compita con los fabricantes de paneles solares de silicio convencionales, con quien sí compite es con las compañías eléctricas convencionales y solo puede hacerlo gracias a la existencia de subvenciones gubernamentales que cubren una parte del coste de los paneles. Debido a que depende de las subvenciones estatales, no opera en los 50 estados.
Sin embargo ahora que los gobiernos buscan formas de reducir gastos, las subvenciones no parecen tan seguras. En algunos lugares, como en California, las subvenciones ya se están recortando. Según se acerca a su OPV, el futuro de la empresa quizá dependa de si es capaz de bajar los costes lo suficiente como para superar ese descenso de las subvenciones y pueda sobrevivir sin ellas.