Está estudiando la colaboración humana para aplicarla a los robots para que resuelvan mejor los problemas
Nora Ayanian considera a los robots como si fueran personas. No lo hace porque sea rara sino porque le ayuda en su trabajo.
Esta informática cree que las máquinas deberían trabajar juntas para hacer las cosas. Digamos que un agricultor quiere que los drones rastreen las cosechas de manera autónoma y recolecten muestras de tierra. No se podría programar cada dron con el mismo conjunto de comandos, porque cada uno tendría un cometido distinto y tendría que resolver distintos problemas durante la navegación. ¿Sabe quién resuelve bien los problemas sobre la marcha, dentro de un grupo que se aprovecha de distintas capacidades de cada individuo? Las personas.
Así que Ayanian estudia la coordinación robótica mediante el estudio de personas. Una manera consiste en poner a un grupo de humanos a jugar a un sencillo videojuejo que limita sus sentidos y obstaculiza las comunicaciones. Necesitan averiguar cómo hacer algo "significativo" juntos, como dice ella, como por ejemplo ubicar todos sus avatares en un círculo en pantalla. Ayanian observa cómo las personas cooperan en tales tareas con la mínima información posible.
¿Por qué no crear simplemente un robot dictador, una máquina que ve el campo al completo y dirige a los demás drones? Bien, contesta Ayanian, ¿qué sucede cuando un robot dictador se queda sin batería? ¿O cuando se estrella? Para ella, los equipos distribuidos y diversos siempre rinden mejor en la resolución de problemas, una vez que hayan aprendido a trabajar juntos.
—Ryan Bradley